
La SEC utiliza el Test de Howey como referencia principal para clasificar tokens y ofertas de criptomonedas como valores, imponiendo estrictas exigencias de cumplimiento a los actores del mercado. Este estándar determina si un criptoactivo cumple la definición de valor según la normativa federal de EE. UU., lo que activa obligaciones obligatorias de divulgación, registro y supervisión regulatoria permanente. Las empresas con tenencias de criptoactivos deben informar sus posiciones, metodologías de valoración y riesgos financieros asociados en los informes y declaraciones ante la SEC, garantizando así la confianza de los inversores y el cumplimiento normativo.
Para cumplir la normativa, las empresas de criptoactivos deben implantar procedimientos robustos de prevención de blanqueo de capitales (AML) que superen los enfoques tradicionales. Según las directrices de la SEC y las mejores prácticas del sector, es imprescindible integrar herramientas específicas de análisis y seguimiento para el sector cripto en los procesos de cumplimiento, incluidas soluciones de inteligencia blockchain para detectar monederos de riesgo o vinculados a terrorismo. La adopción de métodos de supervisión tecnológicamente neutrales por parte de los reguladores bancarios implica que las entidades deben demostrar capacidades de gestión de riesgos acordes con su actividad en activos digitales.
Los programas de evaluación de riesgos de terceros son ya mecanismos esenciales de cumplimiento. Las empresas deben realizar una diligencia debida rigurosa sobre proveedores, exchanges y custodios antes de su contratación, valorando su estabilidad financiera, controles de ciberseguridad y situación regulatoria. Las actuaciones de la SEC contra diferentes plataformas cripto evidencian que una cultura de cumplimiento deficiente incrementa notablemente la supervisión y el riesgo de investigación. Las empresas que apuestan por la transparencia financiera, mantienen procedimientos documentados de gestión de riesgos y abordan de forma integral la información sobre criptoactivos, consolidan su posición en el entorno regulatorio en evolución y refuerzan su credibilidad ante los stakeholders.
Las entidades financieras se enfrentan a una tensión clave entre proteger la privacidad del cliente y mantener auditorías exhaustivas para el control normativo. El RGPD exige la minimización y supresión de los datos personales tras su uso, mientras la normativa AML/KYC requiere una recopilación y conservación extensiva de datos durante años para detectar actividades sospechosas.
| Marco de cumplimiento | Requisito de conservación de datos | Enfoque principal |
|---|---|---|
| RGPD | Limitada, con eliminación obligatoria | Minimización de datos y protección de la privacidad |
| AML/KYC | Prolongada, normalmente 5-10 años | Monitorización de transacciones y detección de actividad sospechosa |
Esto plantea desafíos operativos a la hora de aplicar políticas de Row-Level Security (RLS) en sistemas como Power BI y Amazon Redshift, donde los controles de acceso pueden no reflejar toda la actividad de auditoría. Ejemplos reales muestran estas lagunas: el programa AML insuficiente de HSBC permitió el blanqueo de dinero de cárteles de droga por falta de transparencia en la supervisión, mientras que el escándalo de 200 000 millones de euros de Danske Bank evidenció carencias sistémicas en la implantación de KYC y el control de auditoría.
Para conciliar estos requisitos se requiere una gobernanza de datos robusta que emplee técnicas de seudonimización y enmascaramiento. Estas estrategias permiten mantener la capacidad de auditoría y limitar la exposición de datos personales. Las organizaciones deben integrar controles de privacidad en los procesos AML, garantizando que los equipos de cumplimiento puedan detectar delitos financieros sin vulnerar la normativa de privacidad. Una buena gobernanza sitúa la integridad de los datos como eje del cumplimiento normativo y la eficiencia operativa, lo que permite reducir costes regulatorios y mantener la transparencia necesaria para detectar blanqueo de capitales y financiación del terrorismo.
Una evaluación eficaz del impacto de eventos de monitorización exige metodologías integradas que combinen análisis cualitativos y cuantitativos para identificar, evaluar y mitigar riesgos potenciales de forma sistemática. Las organizaciones emplean marcos de evaluación de riesgos y valoraciones de impacto ambiental, apoyándose en herramientas clave como listas de comprobación, encuestas y técnicas de modelado para analizar de forma integral las consecuencias y disrupciones operativas.
La medición cuantitativa es la base de un análisis de riesgos consistente. Estas métricas permiten tomar decisiones basadas en datos a todos los niveles de la organización:
| Tipo de métrica | Aplicación | Propósito |
|---|---|---|
| Key Risk Indicators (KRIs) | Monitorización en tiempo real | Identificación temprana de amenazas emergentes |
| Key Performance Indicators (KPIs) | Evaluación de la eficacia | Medición del éxito de las medidas de mitigación |
| Modelos estadísticos de riesgo | Evaluación de probabilidades | Cuantificación de la magnitud del impacto potencial |
Las estrategias de mitigación del riesgo regulatorio emplean infraestructuras de monitorización en tiempo real y sistemas automatizados de underwriting que garantizan la aplicación uniforme de las normas en los diferentes marcos de cumplimiento. Los estudios muestran que las organizaciones con sistemas de monitorización en tiempo real mejoran el cumplimiento regulatorio y reducen notablemente los tiempos de respuesta ante incidentes operativos.
El análisis de escenarios y las pruebas de estrés miden la resiliencia organizativa ante condiciones extremas, fundamentales para la preparación regulatoria. Estas técnicas permiten valorar riesgos financieros y operativos simulando eventos adversos, lo que ayuda a crear protocolos de respuesta adecuados. Los manuales de respuesta ante incidentes, que incluyen fases de detección, contención, erradicación, recuperación y análisis post-incidente, ofrecen un enfoque estructurado para la gestión del riesgo operativo. La integración con marcos de gobernanza, riesgo y cumplimiento (GRC) asegura una alineación total del apetito de riesgo con los mecanismos de control y optimiza la toma de decisiones y la eficiencia operativa en todas las iniciativas de monitorización.
RLS es una plataforma blockchain que conecta las finanzas tradicionales (TradFi) con las descentralizadas (DeFi). Permite la interacción fluida entre instituciones mediante smart contracts, ofrece soluciones de liquidez y facilita la integración financiera entre ambos ecosistemas.
RLS coin presenta fundamentos sólidos como token DeFi, con una comunidad activa y un volumen de transacciones en crecimiento. Sus características innovadoras y su posición en el mercado la sitúan como una opción de inversión interesante para quienes buscan exposición a oportunidades de finanzas descentralizadas a largo plazo.
Puedes adquirir RLS coin en Phemex, un exchange de criptomonedas seguro. Phemex ofrece bajas comisiones y custodia altamente segura. Regístrate y comienza a operar con RLS de inmediato.
El suministro total de RLS coin es de 1 000 millones de tokens. La capitalización de mercado actual es de 379 000 $ a 20 de diciembre de 2025. El suministro en circulación equivale al total, con 1 000 millones de tokens.
Invertir en RLS coin implica alta volatilidad de mercado y riesgos regulatorios. Los precios pueden experimentar fluctuaciones significativas por las condiciones del mercado y los cambios normativos pueden afectar su valor.






