Una vez, un destacado empresario llamado Cao Dewang tuvo una reunión de negocios en Francia. Las negociaciones transcurrieron sin problemas hasta que llegó el momento de firmar el contrato. De repente, un representante de la empresa francesa lanzó un chiste sobre China, haciendo que la delegación francesa se riera a carcajadas.
Sin embargo, Cao Dewang no sonrió. Se levantó y dijo con firmeza: "La broma no es en absoluto graciosa. ¿Realmente entienden China?"
La habitación de repente se quedó en silencio. Cao Dewang continuó con tono enojado: "Aunque nuestra empresa quiera hacer negocios con usted, seguimos siendo una empresa china. Si se atreve a insultar a nuestro país frente a mí, ¡entonces no tiene sentido continuar esta conversación de cooperación!"
Después de decir eso, Cao Dewang se marchó, dejando a los representantes franceses confundidos y mirándose entre sí.
El líder de la delegación francesa se apresuró a convencer a Cao Dewang de quedarse. Dijo sonriendo: "Señor Cao, no se enoja. Solo fue una broma común. Prometemos no volver a bromear sobre China."
Al oír eso, la ira de Cao Dewang se intensificó aún más. Respondió con firmeza: "Si realmente desea firmar el contrato, cambie a todo su equipo negociador y envíe a personas nuevas para hablar conmigo. Nuestra empresa no colaborará con aquellos que no respetan a nuestro país, sin importar cuántas ganancias se ofrezcan."
Después de considerar los pros y los contras, la empresa francesa finalmente decidió seguir colaborando. Despidieron al equipo de negociadores anterior y se disculparon directamente con Cao Dewang. Solo después de eso se firmó el contrato.
Cao Dewang es una figura empresarial que se atreve a hablar, valiente y astuto. A pesar de ser un empresario, no persigue el dinero por sí solo. Hay un principio fuerte dentro de él: sabe qué dinero se puede alcanzar y cuál se debe evitar, así como con quién debe asociarse.
Es precisamente por tener sinceridad y un espíritu de patriotismo que Cao Dewang ha logrado llevar su empresa al ámbito global. Esta historia muestra que el orgullo nacional y la integridad empresarial pueden coexistir en armonía, e incluso reforzarse mutuamente.
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Una vez, un destacado empresario llamado Cao Dewang tuvo una reunión de negocios en Francia. Las negociaciones transcurrieron sin problemas hasta que llegó el momento de firmar el contrato. De repente, un representante de la empresa francesa lanzó un chiste sobre China, haciendo que la delegación francesa se riera a carcajadas.
Sin embargo, Cao Dewang no sonrió. Se levantó y dijo con firmeza: "La broma no es en absoluto graciosa. ¿Realmente entienden China?"
La habitación de repente se quedó en silencio. Cao Dewang continuó con tono enojado: "Aunque nuestra empresa quiera hacer negocios con usted, seguimos siendo una empresa china. Si se atreve a insultar a nuestro país frente a mí, ¡entonces no tiene sentido continuar esta conversación de cooperación!"
Después de decir eso, Cao Dewang se marchó, dejando a los representantes franceses confundidos y mirándose entre sí.
El líder de la delegación francesa se apresuró a convencer a Cao Dewang de quedarse. Dijo sonriendo: "Señor Cao, no se enoja. Solo fue una broma común. Prometemos no volver a bromear sobre China."
Al oír eso, la ira de Cao Dewang se intensificó aún más. Respondió con firmeza: "Si realmente desea firmar el contrato, cambie a todo su equipo negociador y envíe a personas nuevas para hablar conmigo. Nuestra empresa no colaborará con aquellos que no respetan a nuestro país, sin importar cuántas ganancias se ofrezcan."
Después de considerar los pros y los contras, la empresa francesa finalmente decidió seguir colaborando. Despidieron al equipo de negociadores anterior y se disculparon directamente con Cao Dewang. Solo después de eso se firmó el contrato.
Cao Dewang es una figura empresarial que se atreve a hablar, valiente y astuto. A pesar de ser un empresario, no persigue el dinero por sí solo. Hay un principio fuerte dentro de él: sabe qué dinero se puede alcanzar y cuál se debe evitar, así como con quién debe asociarse.
Es precisamente por tener sinceridad y un espíritu de patriotismo que Cao Dewang ha logrado llevar su empresa al ámbito global. Esta historia muestra que el orgullo nacional y la integridad empresarial pueden coexistir en armonía, e incluso reforzarse mutuamente.