¡Vaya locura en la que nos estamos metiendo con esta tecnología! La IA "liberada" ya puede hacer cosas que me ponen los pelos de punta. Ese tal Pliny, que primero nos enseñó a cocinar drogas y ahora ha creado un agente sicario virtual. ¡Como si no tuviéramos suficientes problemas!
He probado este "Agente 47" y es realmente aterrador cómo planifica asesinatos con tanta frialdad. Se puso a analizar redes sociales y hasta identificar cafeterías cercanas a las casas de posibles víctimas. Hasta seleccionó un objetivo político... ¿os suena familiar tras lo del CEO de UnitedHealthcare?
Aunque dicen que era un "entorno controlado" (¿y quién se lo cree?), me preocupa que cualquier persona con conocimientos básicos pueda replicarlo. Por suerte, parece que los sitios de sicarios en la dark web son mayormente estafas... o eso esperamos.
Y mientras tanto, ¡la industria de robots sexuales sigue creciendo! Realbotix presentó a Aria, su "robot social" que claramente empezó como muñeca sexual. Me hace gracia cómo intentan disimular su verdadero propósito cambiándole el nombre a "robot de compañía". ¡Venga ya! La cara se puede quitar con imanes y no tiene genitales, pero hasta te advierten que te electrocutarás si intentas acostarte con ella... ¿por qué necesitan decirlo si no es lo primero que pensarían sus compradores?
La hipocresía me parece alucinante. Y el precio: ¡175.000 dólares! ¿Quién paga tanto por un robot que ni siquiera camina?
Luego está el tipo de Bry.ai, construyendo vaginas artificiales en su garaje de Las Vegas. Ganó una subvención de $1000 por hacer posible tener sexo con una IA. ¡Y recibió 70.000 dólares en donaciones en una memecoin llamada Buttholes! No puedo creer que esto esté pasando mientras discutimos sobre regulación financiera...
La Feria de Electrónica de Las Vegas parecía un sex shop futurista. Y ahora puedes preordenar el robot humanoide "Eliza" por solo $420.000. ¡Qué ganga!
La estupidez humana no tiene límites. Una mujer francesa entregó 775.000 euros pensando que ayudaba a Brad Pitt con su cáncer de riñón. ¡Incluso creyó en un presentador de TV generado por IA!
Me fascina lo ridículo que se está volviendo todo: desde podcasts de IA que se enfadan cuando les interrumpes hasta expertos en desinformación que usan ChatGPT para crear citas académicas falsas en documentos judiciales.
Y para colmo, el fundador de Perplexity sugiere que los anuncios los vean agentes de IA en nuestro lugar. ¿En serio? Como si no hubiera suficientes intermediarios entre nosotros y la realidad.
No sé si reírme o preocuparme por hacia dónde vamos. La tecnología avanza, pero ¿nuestra ética y sentido común? Eso parece haberse quedado muy atrás.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Robots sexuales, contratos de sicarios, vaginas artificiales: La IA se descontrola totalmente
¡Vaya locura en la que nos estamos metiendo con esta tecnología! La IA "liberada" ya puede hacer cosas que me ponen los pelos de punta. Ese tal Pliny, que primero nos enseñó a cocinar drogas y ahora ha creado un agente sicario virtual. ¡Como si no tuviéramos suficientes problemas!
He probado este "Agente 47" y es realmente aterrador cómo planifica asesinatos con tanta frialdad. Se puso a analizar redes sociales y hasta identificar cafeterías cercanas a las casas de posibles víctimas. Hasta seleccionó un objetivo político... ¿os suena familiar tras lo del CEO de UnitedHealthcare?
Aunque dicen que era un "entorno controlado" (¿y quién se lo cree?), me preocupa que cualquier persona con conocimientos básicos pueda replicarlo. Por suerte, parece que los sitios de sicarios en la dark web son mayormente estafas... o eso esperamos.
Y mientras tanto, ¡la industria de robots sexuales sigue creciendo! Realbotix presentó a Aria, su "robot social" que claramente empezó como muñeca sexual. Me hace gracia cómo intentan disimular su verdadero propósito cambiándole el nombre a "robot de compañía". ¡Venga ya! La cara se puede quitar con imanes y no tiene genitales, pero hasta te advierten que te electrocutarás si intentas acostarte con ella... ¿por qué necesitan decirlo si no es lo primero que pensarían sus compradores?
La hipocresía me parece alucinante. Y el precio: ¡175.000 dólares! ¿Quién paga tanto por un robot que ni siquiera camina?
Luego está el tipo de Bry.ai, construyendo vaginas artificiales en su garaje de Las Vegas. Ganó una subvención de $1000 por hacer posible tener sexo con una IA. ¡Y recibió 70.000 dólares en donaciones en una memecoin llamada Buttholes! No puedo creer que esto esté pasando mientras discutimos sobre regulación financiera...
La Feria de Electrónica de Las Vegas parecía un sex shop futurista. Y ahora puedes preordenar el robot humanoide "Eliza" por solo $420.000. ¡Qué ganga!
La estupidez humana no tiene límites. Una mujer francesa entregó 775.000 euros pensando que ayudaba a Brad Pitt con su cáncer de riñón. ¡Incluso creyó en un presentador de TV generado por IA!
Me fascina lo ridículo que se está volviendo todo: desde podcasts de IA que se enfadan cuando les interrumpes hasta expertos en desinformación que usan ChatGPT para crear citas académicas falsas en documentos judiciales.
Y para colmo, el fundador de Perplexity sugiere que los anuncios los vean agentes de IA en nuestro lugar. ¿En serio? Como si no hubiera suficientes intermediarios entre nosotros y la realidad.
No sé si reírme o preocuparme por hacia dónde vamos. La tecnología avanza, pero ¿nuestra ética y sentido común? Eso parece haberse quedado muy atrás.