¡Vaya, vaya! El jefazo de BlackRock sigue engordando su cuenta bancaria mientras nosotros seguimos mirando cómo sube el precio del café. Según los últimos datos, su fortuna ya asciende a 1,1 mil millones de dólares a 1 de mayo de 2024, según Forbes.
¿Y de dónde sale tanto dinero? Pues resulta que este tipo se embolsa anualmente entre 20 y 40 millones de dólares, lo que le convierte en uno de los ejecutivos mejor pagados del panorama actual. En 2022, por ejemplo, se llevó a casa la friolera de 32,7 millones de dólares en compensación total.
Desglosemos este obsceno salario: 1,5 millones de sueldo base (lo que muchos no ganan en décadas), un bonito bonus de 7,25 millones (porque pobrecito, hay que motivarle), premios en acciones por valor de 23,25 millones y otros 725.555 dólares en "compensaciones varias". ¡Como si necesitara compensar algo!
La AFL-CIO señala que Fink ganó 212 veces más que el empleado medio de su empresa en 2022. ¿Dónde quedó aquello de la igualdad y la justicia laboral? Este tipo de disparidad es simplemente repugnante.
Para febrero de 2024, nuestro amigo Larry poseía 414.146 acciones de BlackRock. Con cada acción cotizando a 761,28 dólares, su participación en la empresa vale más de 315,28 millones. Y esto es solo una parte de su riqueza total.
Mientras millones luchan por llegar a fin de mes, estos gigantes financieros siguen acumulando fortunas astronómicas. ¿Realmente alguien necesita tanto dinero? Yo creo que no. Esta concentración de riqueza en tan pocas manos debería preocuparnos a todos.
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El patrimonio del CEO de BlackRock Larry Fink alcanza los 1,1 mil millones de dólares
¡Vaya, vaya! El jefazo de BlackRock sigue engordando su cuenta bancaria mientras nosotros seguimos mirando cómo sube el precio del café. Según los últimos datos, su fortuna ya asciende a 1,1 mil millones de dólares a 1 de mayo de 2024, según Forbes.
¿Y de dónde sale tanto dinero? Pues resulta que este tipo se embolsa anualmente entre 20 y 40 millones de dólares, lo que le convierte en uno de los ejecutivos mejor pagados del panorama actual. En 2022, por ejemplo, se llevó a casa la friolera de 32,7 millones de dólares en compensación total.
Desglosemos este obsceno salario: 1,5 millones de sueldo base (lo que muchos no ganan en décadas), un bonito bonus de 7,25 millones (porque pobrecito, hay que motivarle), premios en acciones por valor de 23,25 millones y otros 725.555 dólares en "compensaciones varias". ¡Como si necesitara compensar algo!
La AFL-CIO señala que Fink ganó 212 veces más que el empleado medio de su empresa en 2022. ¿Dónde quedó aquello de la igualdad y la justicia laboral? Este tipo de disparidad es simplemente repugnante.
Para febrero de 2024, nuestro amigo Larry poseía 414.146 acciones de BlackRock. Con cada acción cotizando a 761,28 dólares, su participación en la empresa vale más de 315,28 millones. Y esto es solo una parte de su riqueza total.
Mientras millones luchan por llegar a fin de mes, estos gigantes financieros siguen acumulando fortunas astronómicas. ¿Realmente alguien necesita tanto dinero? Yo creo que no. Esta concentración de riqueza en tan pocas manos debería preocuparnos a todos.