El Pentágono está revolucionando el espacio de la guerra cibernética. El Departamento de Defensa acaba de anunciar que están renovando la forma en que construyen su ejército digital, otorgando a U.S. Cyber Command mucho más poder en la selección de reclutas y en la formación de operadores.

¿Y por qué ahora? China. Esa es la respuesta corta. La respuesta larga implica años de ponerse al día en un dominio donde las ventajas militares tradicionales no significan mucho. Puedes tener la marina más grande del mundo, pero si tus redes son como queso suizo, eres vulnerable.

¿En qué consiste exactamente el cambio? Control. Anteriormente, la generación de fuerzas cibernéticas estaba dispersa entre diferentes ramas. Ahora están centralizando la autoridad. Cyber Command podrá escoger talento y diseñar programas de entrenamiento adaptados a las amenazas reales que enfrentan en el campo.

Para quienes están en el mundo de las criptomonedas y blockchain, esto importa más de lo que piensas. Las capacidades cibernéticas a nivel nacional moldean todo el panorama de amenazas, desde grupos de hackers patrocinados por estados hasta los estándares de seguridad de infraestructura que se filtran a los exchanges y protocolos DeFi. Cuando las grandes potencias intensifican su juego cibernético, todos los que operan en industrias digitales sienten los efectos en cadena.