El 9 de noviembre, una declaración de la cuenta social de Trump hizo que el mercado se revolucionara. El anciano directamente anunció: Estados Unidos está recaudando billones de dólares a través de aranceles, preparándose para comenzar a pagar el enorme agujero de 37 billones de dólares en la deuda nacional. Lo más impactante fue la segunda parte: —excepto las personas con altos ingresos— cada estadounidense podrá recibir al menos 2000 dólares en "dividendos de aranceles".

Con esta declaración, el mercado de criptomonedas reaccionó de inmediato.

Bitcoin subió un 1.9% en 24 horas, superando los 103,000 dólares; Ethereum fue aún más fuerte, con un aumento del 4.8% y rompiendo los 3500 dólares; incluso Solana subió un 2.5%, manteniéndose por encima de los 160 dólares. Todo el mercado en verde, con un optimismo visible en los toros.

¿por qué reaccionaron tan rápido? En realidad, todavía duele la memoria de la ola de estímulos de 2020. En ese año, el gobierno de EE. UU. repartió dinero en tres rondas, sumando un total de 3200 dólares por persona, justo cuando el ciclo alcista de las criptomonedas estaba en su apogeo. Muchos aprovecharon los cheques de estímulo para entrar en el mundo de las criptomonedas; en ese período, los registros en las principales plataformas de intercambio explotaron, y Bitcoin subió de unos pocos miles de dólares a casi 70,000 dólares, alcanzando un máximo histórico.

Ahora que Trump vuelve a repartir dinero, el mercado naturalmente piensa: ¿volverá a fluir ese dinero de 2000 dólares en las criptomonedas? Aunque esta vez los fondos provienen de aranceles en lugar de impresión de dinero, para los traders, la fuente del dinero no es tan importante; lo que importa es que la liquidez podría volver.

Pero también hay quienes mantienen la calma. Después de todo, ¿puede realmente la política de aranceles generar cada año 1 billón de dólares en ingresos? Esa cuenta aún está por verse. Además, desde que se propone la política hasta que realmente se implemente y se pague, hay muchas variables. Pero el mercado, como siempre, anticipa "las expectativas", y el dinero real todavía está en camino; los precios ya han empezado a subir en anticipación.