¿Alguna vez te has preguntado cómo mantener secretos en una blockchain que se supone que debe ser transparente?

Alguien acaba de resolverlo. Hay un nuevo protocolo de subastas on-chain que está cambiando las reglas del juego sobre los libros de contabilidad públicos. Construido sobre la tecnología de Encriptación Homomórfica Total de Zama, permite realizar subastas en las que las pujas permanecen completamente ocultas, aunque todo sigue siendo verificable e inalterable.

Piénsalo: estás pujando por activos digitales, pero nadie ve tu oferta hasta que cae el martillo. Sin front-running. Sin fisgones. Solo competencia pura y cifrada. Todo el proceso vive en la cadena, así que no hay intermediarios centralizados manipulando los datos.

¿Qué lo hace tan revolucionario? La FHE permite realizar cálculos sobre datos cifrados sin necesidad de descifrarlos nunca. Así, el smart contract procesa las pujas, elige ganadores y liquida transacciones, todo mientras mantiene cada cifra protegida. Es verificable porque la blockchain lo registra todo. Es transparente porque el proceso sigue reglas abiertas. Y es secreto porque la criptografía hace el trabajo pesado.

Esto podría transformar nuestra visión sobre la privacidad en Web3. No solo para subastas: préstamos, votaciones, trading, lo que se te ocurra. Cuando puedes calcular sin exponer, las posibilidades se multiplican rápidamente.