Esta maniobra de El Salvador ha vuelto a ser tendencia: en la última semana han acumulado 1.098 bitcoins, de los cuales 1.090 se compraron de golpe en las últimas 24 horas, invirtiendo casi 100 millones de dólares de una tacada.

Este ritmo claramente no es una inversión periódica ordinaria, sino que parece una entrada agresiva aprovechando un precio específico. Según datos del Ministerio de Hacienda, actualmente poseen unas 7.474 BTC, que al precio actual valen aproximadamente 685 millones de dólares. Si miramos el acumulado del último mes, han aumentado sus tenencias en más de 1.121 BTC, con una media diaria de más de 37 bitcoins, lo cual no es poca cosa.

Lo más importante es que aún siguen en beneficios en sus libros. Su coste medio ronda entre 45.000 y 46.000 dólares por BTC; incluso tras varias caídas fuertes, su rentabilidad sigue siendo superior al 100%. Esta estrategia de holding a largo plazo a nivel estatal, en cierto modo, también envía una señal al mercado: al menos desde su perspectiva, el precio actual sigue siendo una zona interesante para aumentar posiciones.

Por supuesto, este tipo de jugada conlleva riesgos evidentes. Apostar fondos públicos en activos volátiles supone que cualquier corrección profunda puede desencadenar presiones internas y críticas. Pero, viendo su coste de adquisición y la situación actual de beneficios, El Salvador aún mantiene la iniciativa. Si seguirán reforzando posiciones o harán una pausa temporal, dependerá probablemente de si el bitcoin logra mantener este nivel clave tras el rebote.