Bitcoin ha vuelto a marcar un máximo histórico, esta vez ha subido hasta situarse entre 110.000 y 126.000 dólares. En cuanto a las razones de este aumento tan fuerte, en realidad son bastante sencillas:
Primero, la entrada de instituciones. El ETF de BTC al contado en EE. UU. ha hecho que la entrada de grandes capitales sea facilísima. Ahora las empresas cotizadas poseen directamente más de 1,02 millones de BTC, lo que representa el 4,9% del suministro total, una cifra nada despreciable.
En segundo lugar, el entorno macroeconómico: debilidad del dólar estadounidense y tensiones geopolíticas. Todo el mundo considera el BTC como una herramienta de cobertura contra la inflación.
Además, está el ciclo de halving. Cada halving es una señal alcista y el próximo no llegará hasta 2026, así que aún hay margen para la especulación.
Sin embargo, resulta curioso que el oro haya tenido un rendimiento superior al BTC en 2025. El comportamiento del BTC sigue pareciéndose más al de un activo de riesgo, con una elevada correlación con las acciones y casi ninguna relación con el oro. Así que deja de considerarlo como “oro digital”; activo de riesgo es su verdadera identidad.
En el aspecto técnico, indicadores como la corrección de Fibonacci, la EMA de 21 semanas y la divergencia RSI están en puntos clave. Los traders deben tener cuidado con la táctica del “subidón dominical”: estas subidas fuertes en fin de semana suelen revertirse el lunes.
En resumen, el empuje institucional, el entorno macro favorable y las expectativas del halving han llevado al BTC a nuevos máximos. Pero hay que tenerlo claro: esto es más bien una celebración de los activos de riesgo, no una victoria de los activos refugio.
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Bitcoin ha vuelto a marcar un máximo histórico, esta vez ha subido hasta situarse entre 110.000 y 126.000 dólares. En cuanto a las razones de este aumento tan fuerte, en realidad son bastante sencillas:
Primero, la entrada de instituciones. El ETF de BTC al contado en EE. UU. ha hecho que la entrada de grandes capitales sea facilísima. Ahora las empresas cotizadas poseen directamente más de 1,02 millones de BTC, lo que representa el 4,9% del suministro total, una cifra nada despreciable.
En segundo lugar, el entorno macroeconómico: debilidad del dólar estadounidense y tensiones geopolíticas. Todo el mundo considera el BTC como una herramienta de cobertura contra la inflación.
Además, está el ciclo de halving. Cada halving es una señal alcista y el próximo no llegará hasta 2026, así que aún hay margen para la especulación.
Sin embargo, resulta curioso que el oro haya tenido un rendimiento superior al BTC en 2025. El comportamiento del BTC sigue pareciéndose más al de un activo de riesgo, con una elevada correlación con las acciones y casi ninguna relación con el oro. Así que deja de considerarlo como “oro digital”; activo de riesgo es su verdadera identidad.
En el aspecto técnico, indicadores como la corrección de Fibonacci, la EMA de 21 semanas y la divergencia RSI están en puntos clave. Los traders deben tener cuidado con la táctica del “subidón dominical”: estas subidas fuertes en fin de semana suelen revertirse el lunes.
En resumen, el empuje institucional, el entorno macro favorable y las expectativas del halving han llevado al BTC a nuevos máximos. Pero hay que tenerlo claro: esto es más bien una celebración de los activos de riesgo, no una victoria de los activos refugio.