El diseño del sistema debe tener en cuenta la complejidad de la naturaleza humana.

El bien y el mal deben corresponder.

Tratar de guiar hacia la parte buena de la naturaleza humana.
La cara malvada reprimida.
Y esto necesariamente requiere que los legisladores tengan una comprensión suficiente de la naturaleza humana.

Por eso se dice: el jefe es como la empresa.
Detrás de esto, en realidad, está el problema cultural (por supuesto, en las empresas maduras, el sistema se perfecciona y gradualmente se desvanece la influencia de los gestores individuales).
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GN