YouTube vuelve a las andadas con sus restricciones al contenido cripto.

Para quienes seguimos el sector, muchos de los que trabajamos en medios de comunicación sobre criptomonedas hemos estado lidiando con problemas de censura en las plataformas. Programas que son marcados, contenido restringido de forma misteriosa y canales sometidos a un escrutinio constante: se está convirtiendo en un patrón difícil de ignorar.

¿La ironía? Estamos hablando de innovación financiera y sistemas descentralizados, pero dependemos completamente de plataformas centralizadas que pueden cortar el acceso en cualquier momento. Un día tu contenido está publicado, al siguiente está bajo revisión por “infracciones de las políticas” que ni siquiera están claramente definidas.

Esto ya no va solo de creadores individuales. Se trata de cómo las plataformas tradicionales de Web2 están gestionando el discurso sobre Web3. Cuando el contenido educativo sobre activos digitales recibe el mismo trato que las estafas reales, hay algo fundamentalmente roto en su enfoque de moderación.

Te hace pensar que las plataformas de contenido descentralizadas no son solo un lujo; se están convirtiendo en una necesidad para cualquiera que cubra este sector seriamente.