Bessent acaba de soltar una opinión interesante sobre el posicionamiento de los bancos centrales. Está pidiendo a la Fed que reduzca su perfil público y regrese al enfoque discreto que solía tener hace décadas.

En el pasado, la Reserva Federal operaba más silenciosamente entre bastidores en lugar de dominar los titulares con cada señal de política. Bessent parece pensar que ese estilo a la antigua sirvió mejor a los mercados.

Esta perspectiva importa porque la estrategia de comunicación de la Reserva Federal impacta directamente en la volatilidad del mercado y las expectativas de los inversores. Un banco central más reservado podría significar menos reacciones impulsivas a cada declaración oficial.

Si esta visión nostálgica gana tracción, aún está por verse, pero definitivamente es un tema de conversación sobre cómo las autoridades monetarias deberían interactuar con los mercados modernos.