El diálogo continuó donde Busan lo dejó: recortes arancelarios sobre la mesa, ambas partes asintiendo. También se cerró un acuerdo de soja. Las conversaciones comerciales como estas tienen un efecto en más allá de los productos básicos. Menores aranceles significan que los flujos de capital cambian, y cuando los mercados tradicionales se ajustan, los activos de riesgo—incluido el cripto—tienden a reaccionar. Vale la pena observar cómo se desarrolla esto en las próximas semanas.