Hay una frase que dice: "El matrimonio también puede ser feliz". En realidad, esta frase en sí misma está cambiando el concepto. La felicidad no es proporcionada por el sistema matrimonial; una persona puede ser feliz o infeliz independientemente de si se casa o no. Porque el matrimonio en sí no tiene la función de hacer feliz a alguien; el matrimonio es un sistema social, no una máquina que genera felicidad. Ningún sistema social está establecido para garantizar la felicidad individual; están más orientados a servir al funcionamiento de la sociedad y a la estructura de poder. Lo que realmente puede traer felicidad es la relación íntima entre dos personas, la capacidad de establecer una conexión emocional profunda. Y "casarse" es solo una forma externa de esta relación; no genera automáticamente amor, felicidad o sentido de pertenencia. Repetir la idea de que "solo hay que casarse para ser feliz" o "el matrimonio puede traer amor y pertenencia" es una forma de narración difusa y generalizada, cuyo propósito es hacer que las personas ignoren la reflexión sobre el sistema en sí. Si descompones estos conceptos capa por capa, descubrirás que "el matrimonio trae felicidad" en realidad es solo una noción empaquetada, no un hecho.
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Hay una frase que dice: "El matrimonio también puede ser feliz". En realidad, esta frase en sí misma está cambiando el concepto. La felicidad no es proporcionada por el sistema matrimonial; una persona puede ser feliz o infeliz independientemente de si se casa o no. Porque el matrimonio en sí no tiene la función de hacer feliz a alguien; el matrimonio es un sistema social, no una máquina que genera felicidad. Ningún sistema social está establecido para garantizar la felicidad individual; están más orientados a servir al funcionamiento de la sociedad y a la estructura de poder. Lo que realmente puede traer felicidad es la relación íntima entre dos personas, la capacidad de establecer una conexión emocional profunda. Y "casarse" es solo una forma externa de esta relación; no genera automáticamente amor, felicidad o sentido de pertenencia. Repetir la idea de que "solo hay que casarse para ser feliz" o "el matrimonio puede traer amor y pertenencia" es una forma de narración difusa y generalizada, cuyo propósito es hacer que las personas ignoren la reflexión sobre el sistema en sí. Si descompones estos conceptos capa por capa, descubrirás que "el matrimonio trae felicidad" en realidad es solo una noción empaquetada, no un hecho.