Diciendo algo que a muchas personas no les gusta, en estos años, la frase que más me ha molestado en X es: Dios salve a Hong Kong.
Si el cielo favorece a Hong Kong, ¿cómo podría Hong Kong haber llegado a este punto hoy?
Si solo le echamos la culpa al cielo, Hong Kong no podría caer más bajo.
Un Hong Kong que no ha eliminado los restos del gobierno británico (como las condiciones de vida en forma de jaula, un enfoque en las finanzas y el comercio en lugar de la tecnología), y que ha sido altamente continentalizado tanto en personas como en asuntos, no ve hacia dónde se dirige.
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Diciendo algo que a muchas personas no les gusta, en estos años, la frase que más me ha molestado en X es: Dios salve a Hong Kong.
Si el cielo favorece a Hong Kong, ¿cómo podría Hong Kong haber llegado a este punto hoy?
Si solo le echamos la culpa al cielo, Hong Kong no podría caer más bajo.
Un Hong Kong que no ha eliminado los restos del gobierno británico (como las condiciones de vida en forma de jaula, un enfoque en las finanzas y el comercio en lugar de la tecnología), y que ha sido altamente continentalizado tanto en personas como en asuntos, no ve hacia dónde se dirige.