El cofundador de Tether, Brock Pierce, está en serios problemas. Compró el Hotel W en la isla de Vieques, frente a la costa de Puerto Rico—una vez un importante resort que fue devastado por un huracán de categoría 5—con planes de reconstruirlo. Suena ambicioso, ¿verdad? No tanto.
Pierce pidió prestado $4 millones al magnate de logística Lipsey para completar la adquisición del hotel. Pero luego las cosas se complicaron. Lipsey afirma que Pierce violó su acuerdo y supuestamente malutilizó los fondos. Según Lipsey, Pierce organizó una fiesta extravagante en lugar de centrarse en la reconstrucción. ¿La sorpresa? Lipsey ahora acusa a Pierce de intentar secuestrarlo en otro hotel—Pierce lo niega.
El resultado: Lipsey tomó el control del W Hotel, dejando a Pierce sin su propiedad trofeo.
Lo que comenzó como la gran visión de Pierce para transformar Puerto Rico en un refugio cripto se ha convertido en una historia de advertencia. Los residentes locales no están contentos con su enfoque, y sin el apoyo de sus socios comerciales, Pierce enfrenta problemas financieros graves. Ambas partes están negociando un acuerdo, pero el daño a la credibilidad de Pierce en la región parece irreversible.
Las aventuras inmobiliarias de la élite cripto no siempre terminan como se planeó.
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El sueño hotelero del cofundador de Tether en Puerto Rico se convierte en una pesadilla legal
El cofundador de Tether, Brock Pierce, está en serios problemas. Compró el Hotel W en la isla de Vieques, frente a la costa de Puerto Rico—una vez un importante resort que fue devastado por un huracán de categoría 5—con planes de reconstruirlo. Suena ambicioso, ¿verdad? No tanto.
Pierce pidió prestado $4 millones al magnate de logística Lipsey para completar la adquisición del hotel. Pero luego las cosas se complicaron. Lipsey afirma que Pierce violó su acuerdo y supuestamente malutilizó los fondos. Según Lipsey, Pierce organizó una fiesta extravagante en lugar de centrarse en la reconstrucción. ¿La sorpresa? Lipsey ahora acusa a Pierce de intentar secuestrarlo en otro hotel—Pierce lo niega.
El resultado: Lipsey tomó el control del W Hotel, dejando a Pierce sin su propiedad trofeo.
Lo que comenzó como la gran visión de Pierce para transformar Puerto Rico en un refugio cripto se ha convertido en una historia de advertencia. Los residentes locales no están contentos con su enfoque, y sin el apoyo de sus socios comerciales, Pierce enfrenta problemas financieros graves. Ambas partes están negociando un acuerdo, pero el daño a la credibilidad de Pierce en la región parece irreversible.
Las aventuras inmobiliarias de la élite cripto no siempre terminan como se planeó.