Primero, hablemos de un número: una persona, al cambiar el modelo de negocio de toda la industria, ha ahorrado 1 billón de dólares a los inversores minoristas estadounidenses. Esta persona no es un misterioso multimillonario, se llama Jack Bogle, que acaba de fallecer.
¿Qué hizo? En 1976 fundó el primer fondo indexado, que en ese momento fue ridiculizado como “la idea tonta de Bogle” (Bogle's Folly), con un objetivo de financiamiento de 150 millones de dólares, pero solo recaudó 11 millones. Ahora, este fondo se ha convertido en el fondo mutuo más grande del mundo.
La clave está en la estructura de su empresa: Vanguard no es una empresa cotizada, sino que es propiedad de los fondos que gestiona. Al comprar sus fondos, te conviertes en propietario de la empresa. Esto significa que no hay presión de los accionistas para maximizar los beneficios, la empresa solo necesita cubrir sus costos. ¿El resultado? Tarifas ridículamente bajas.
Los datos hablan:
Vanguard ahora gestiona 5 billones de dólares, la segunda compañía de gestión de activos más grande del mundo.
Ha ahorrado 175 mil millones de dólares a los inversores solo con un modelo de bajo costo.
Añadiendo el “efecto Vanguard” (que provoca una reducción de tarifas en toda la industria), se ahorraron un billón.
Lo más irónico es que podría haber sido multimillonario. La familia fundadora de Fidelity tiene una fortuna de miles de millones, pero Vanguard, fundado por Bogle, es más grande y él solo tiene entre 10 y 30 millones. Porque eligió intencionadamente una estructura diferente.
Hay una frase que lo resume: puede ser tan rico como Gates o Buffett, pero elige devolver esa riqueza a millones de inversores. No es de extrañar que Warren Buffett diga: “Nadie ha contribuido más a los inversores estadounidenses que Jack.”
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Una leyenda de Wall Street ha renunciado silenciosamente a mil millones de dólares
Primero, hablemos de un número: una persona, al cambiar el modelo de negocio de toda la industria, ha ahorrado 1 billón de dólares a los inversores minoristas estadounidenses. Esta persona no es un misterioso multimillonario, se llama Jack Bogle, que acaba de fallecer.
¿Qué hizo? En 1976 fundó el primer fondo indexado, que en ese momento fue ridiculizado como “la idea tonta de Bogle” (Bogle's Folly), con un objetivo de financiamiento de 150 millones de dólares, pero solo recaudó 11 millones. Ahora, este fondo se ha convertido en el fondo mutuo más grande del mundo.
La clave está en la estructura de su empresa: Vanguard no es una empresa cotizada, sino que es propiedad de los fondos que gestiona. Al comprar sus fondos, te conviertes en propietario de la empresa. Esto significa que no hay presión de los accionistas para maximizar los beneficios, la empresa solo necesita cubrir sus costos. ¿El resultado? Tarifas ridículamente bajas.
Los datos hablan:
Lo más irónico es que podría haber sido multimillonario. La familia fundadora de Fidelity tiene una fortuna de miles de millones, pero Vanguard, fundado por Bogle, es más grande y él solo tiene entre 10 y 30 millones. Porque eligió intencionadamente una estructura diferente.
Hay una frase que lo resume: puede ser tan rico como Gates o Buffett, pero elige devolver esa riqueza a millones de inversores. No es de extrañar que Warren Buffett diga: “Nadie ha contribuido más a los inversores estadounidenses que Jack.”