La semana pasada, Trump pedía la cabeza del CEO de Intel, Lip-Bu Tan, por sus supuestos vínculos con China. ¿Y esta semana? Lo llama una “historia de éxito increíble.” El giro de 180 grados ocurrió después de una reunión en la Casa Blanca el lunes, y simplemente remodeló toda la narrativa en torno a una de las historias de recuperación más grandes de la tecnología.
Qué Sucedió Realmente
El drama comenzó cuando el senador Tom Cotton expresó preocupaciones sobre los roles pasados de Tan en Cadence Design Systems, donde la empresa admitió haber exportado ilegalmente herramientas de diseño de chips a entidades chinas. Trump fue devastador en Truth Social, exigiendo la renuncia inmediata de Tan. Sin compromisos, sin discusiones, simplemente fuera.
Entonces Tan se sentó con Trump, el consejo de Intel lo respaldó públicamente, y de repente el Presidente elogiaba su compromiso con la manufactura estadounidense y el liderazgo tecnológico. ¿La óptica? Un CEO navegando por campos de minas políticas y ganando.
La verdadera pregunta: ¿Puede Tan realmente arreglar Intel?
Aquí es donde la racha de acciones se detiene y la realidad golpea. El plan de recuperación de Tan parece sólido en papel: ha reestructurado la gestión, ha recortado costos agresivamente (30%+ reducción de personal enfocándose en 75K empleados), y ha elevado el talento técnico. Pero los resultados financieros de Intel del segundo trimestre cuentan una historia diferente:
Ingresos estables año tras año en $12.9B
La pérdida neta se disparó a $2.9B
Los costos están aumentando mientras los ingresos se estancan
La compañía no ha recuperado su ventaja técnica a pesar de años de intentos. El plan de regreso de 2025 del ex CEO Pat Gelsinger se desmoronó cuando los aceleradores de IA cambiaron toda la dinámica de la industria. Tan es sincero: esto toma años, no trimestres.
El Ángulo de Valoración
Aquí está la parte interesante: la relación precio-valor contable de Intel se sitúa en 0.9x, lo que significa que la acción se negocia por debajo de su valor neto de activos. Eso típicamente señala que el mercado ya ha incorporado un posible escenario de bancarrota. El riesgo a la baja parece estar contenido a partir de aquí, lo que significa que la reversión de Trump probablemente solo le dio a los inversores una ventana más clara para construir una posición especulativa sin cronometrar el Armagedón.
La Conclusión
El cambio de posición de Trump elimina la carga política, pero no soluciona de la noche a la mañana los problemas competitivos de Intel. Tan compró tiempo y cobertura política, activos valiosos. Pero si eso se traduce en una recuperación real de participación de mercado en centros de datos y chips de IA sigue siendo la pregunta de mil millones de dólares. La acción era especulativa antes de la noticia, y sigue siéndolo ahora. ¿La diferencia? Ya no estás mirando una renuncia forzada que podría haber acelerado el colapso.
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El cambio de rumbo del CEO de Intel de Trump: qué cambió y por qué es importante para tu cartera
El giro de la trama que nadie esperaba
La semana pasada, Trump pedía la cabeza del CEO de Intel, Lip-Bu Tan, por sus supuestos vínculos con China. ¿Y esta semana? Lo llama una “historia de éxito increíble.” El giro de 180 grados ocurrió después de una reunión en la Casa Blanca el lunes, y simplemente remodeló toda la narrativa en torno a una de las historias de recuperación más grandes de la tecnología.
Qué Sucedió Realmente
El drama comenzó cuando el senador Tom Cotton expresó preocupaciones sobre los roles pasados de Tan en Cadence Design Systems, donde la empresa admitió haber exportado ilegalmente herramientas de diseño de chips a entidades chinas. Trump fue devastador en Truth Social, exigiendo la renuncia inmediata de Tan. Sin compromisos, sin discusiones, simplemente fuera.
Entonces Tan se sentó con Trump, el consejo de Intel lo respaldó públicamente, y de repente el Presidente elogiaba su compromiso con la manufactura estadounidense y el liderazgo tecnológico. ¿La óptica? Un CEO navegando por campos de minas políticas y ganando.
La verdadera pregunta: ¿Puede Tan realmente arreglar Intel?
Aquí es donde la racha de acciones se detiene y la realidad golpea. El plan de recuperación de Tan parece sólido en papel: ha reestructurado la gestión, ha recortado costos agresivamente (30%+ reducción de personal enfocándose en 75K empleados), y ha elevado el talento técnico. Pero los resultados financieros de Intel del segundo trimestre cuentan una historia diferente:
La compañía no ha recuperado su ventaja técnica a pesar de años de intentos. El plan de regreso de 2025 del ex CEO Pat Gelsinger se desmoronó cuando los aceleradores de IA cambiaron toda la dinámica de la industria. Tan es sincero: esto toma años, no trimestres.
El Ángulo de Valoración
Aquí está la parte interesante: la relación precio-valor contable de Intel se sitúa en 0.9x, lo que significa que la acción se negocia por debajo de su valor neto de activos. Eso típicamente señala que el mercado ya ha incorporado un posible escenario de bancarrota. El riesgo a la baja parece estar contenido a partir de aquí, lo que significa que la reversión de Trump probablemente solo le dio a los inversores una ventana más clara para construir una posición especulativa sin cronometrar el Armagedón.
La Conclusión
El cambio de posición de Trump elimina la carga política, pero no soluciona de la noche a la mañana los problemas competitivos de Intel. Tan compró tiempo y cobertura política, activos valiosos. Pero si eso se traduce en una recuperación real de participación de mercado en centros de datos y chips de IA sigue siendo la pregunta de mil millones de dólares. La acción era especulativa antes de la noticia, y sigue siéndolo ahora. ¿La diferencia? Ya no estás mirando una renuncia forzada que podría haber acelerado el colapso.