¿La última propuesta de Trump? Cerrar el agujero de interés diferido, y probablemente los titanes de los fondos de cobertura no están contentos.
La Configuración
Los fondos de cobertura operan con un atractivo acuerdo de “2 y 20”:
2% de comisión anual por la gestión de activos
20% de recorte de todas las ganancias
Para un $350B mega-fondo, esto genera mucho dinero. Pero aquí está el truco: esa tarifa de rendimiento del 20% se grava como ganancias de capital (23.8% tasa impositiva) en lugar de ingresos regulares. Gran diferencia, ¿verdad?
La Propuesta
Trump quiere reclasificar los intereses devengados como ingresos ordinarios. Traducción: la tasa de impuestos de los gestores de fondos de cobertura salta del 23.8% al 40.8%. Eso es un golpe de 17 puntos.
Históricamente, ambas partes han protegido esta laguna a pesar de la resistencia pública. El lobby de los fondos de cobertura ha estado invirtiendo serios recursos para mantenerlo vivo.
¿Por qué ahora?
El argumento central: gestionar dinero por una tarifa no son “rendimientos de inversión”, es ingreso por servicios profesionales. ¿Por qué los gestores de fondos deberían recibir tratamiento de ganancias de capital cuando los médicos, abogados y otros profesionales no lo hacen?
¿La contrapartida? Los ingresos por cerrar esta brecha podrían financiar alivios fiscales para los trabajadores de servicios—particularmente los trabajadores de gig y los que dependen de propinas. Básicamente, es un enfoque de redistribución de la riqueza.
¿Qué cambia realmente?
La estructura de “2 y 20” se mantiene. Lo que cambia es la factura fiscal sobre ese 20%. Los fondos podrían modificar los modelos de compensación, pero el negocio principal no se rompe. Los gestores de fondos de cobertura simplemente reciben significativamente menos a casa.
Conclusión: Esto no es una reforma radical, pero señala un cambio real en la forma en que se grava la compensación de los altos ingresos. ¿Realmente pasará? Esa es la pregunta.
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Trump acaba de lanzar una bomba sobre los gestores de fondos de cobertura: esto es lo que significa
¿La última propuesta de Trump? Cerrar el agujero de interés diferido, y probablemente los titanes de los fondos de cobertura no están contentos.
La Configuración
Los fondos de cobertura operan con un atractivo acuerdo de “2 y 20”:
Para un $350B mega-fondo, esto genera mucho dinero. Pero aquí está el truco: esa tarifa de rendimiento del 20% se grava como ganancias de capital (23.8% tasa impositiva) en lugar de ingresos regulares. Gran diferencia, ¿verdad?
La Propuesta
Trump quiere reclasificar los intereses devengados como ingresos ordinarios. Traducción: la tasa de impuestos de los gestores de fondos de cobertura salta del 23.8% al 40.8%. Eso es un golpe de 17 puntos.
Históricamente, ambas partes han protegido esta laguna a pesar de la resistencia pública. El lobby de los fondos de cobertura ha estado invirtiendo serios recursos para mantenerlo vivo.
¿Por qué ahora?
El argumento central: gestionar dinero por una tarifa no son “rendimientos de inversión”, es ingreso por servicios profesionales. ¿Por qué los gestores de fondos deberían recibir tratamiento de ganancias de capital cuando los médicos, abogados y otros profesionales no lo hacen?
¿La contrapartida? Los ingresos por cerrar esta brecha podrían financiar alivios fiscales para los trabajadores de servicios—particularmente los trabajadores de gig y los que dependen de propinas. Básicamente, es un enfoque de redistribución de la riqueza.
¿Qué cambia realmente?
La estructura de “2 y 20” se mantiene. Lo que cambia es la factura fiscal sobre ese 20%. Los fondos podrían modificar los modelos de compensación, pero el negocio principal no se rompe. Los gestores de fondos de cobertura simplemente reciben significativamente menos a casa.
Conclusión: Esto no es una reforma radical, pero señala un cambio real en la forma en que se grava la compensación de los altos ingresos. ¿Realmente pasará? Esa es la pregunta.