Puedes intentar recordar el acontecimiento más temprano y más memorable de tu infancia; este hecho puede englobar toda la trayectoria de tu vida. En realidad, esto es la técnica de recuerdos tempranos en la psicología de Adler, porque Adler creía que los fragmentos más destacados de la memoria temprana de una persona no se conservan al azar, sino que son seleccionados activamente por su subconsciente. Los recuerdos tempranos pueden reflejar cómo percibe una persona la relación entre sí misma y el mundo. Por eso decía: cuéntame un recuerdo de tu infancia y puedo decirte cómo enfrentas tu vida. Si tu tipo de recuerdo es de haber sido ignorado o no correspondido, tu creencia subyacente será "no soy visto", y de adulto podrías tender a complacer en exceso o tener un apego ansioso. Si tu tipo de recuerdo es de haber sido culpado o comparado, la creencia será "no soy lo suficientemente bueno", y de adulto podrías tender al perfeccionismo, la auto-duda o el esfuerzo excesivo. Si tu tipo de recuerdo es de cuidar de tus hermanos pequeños o ayudar a otros, tu creencia subyacente será "mi valor radica en dar, en ser necesario", y de adulto podrías desarrollar una personalidad complaciente, ignorando tus propias necesidades. Esta técnica de recuerdos tempranos, en realidad, es para ayudarnos a observarnos mejor, sacar nuestro subconsciente a la superficie y así poder romper viejos ciclos, reinterpretar, elegir y remodelar la manera en que tratamos al mundo.