En cuanto salieron los datos de empleo de diciembre, el mercado se volvió loco al instante. Las débiles cifras de empleo no agrícola encendieron directamente las expectativas de recorte de tipos, y el dinero fluyó hacia todo tipo de activos como si hubiera encontrado una vía de escape: el oro marcó máximos históricos, las bolsas estadounidenses subieron de forma generalizada y el mercado de criptomonedas también se animó.
Veamos qué dicen los números. Los tres principales índices bursátiles estadounidenses cerraron en verde: el Dow Jones subió un 0,86%, el S&P 500 un 0,30% y el Nasdaq un 0,17%. Sin embargo, lo curioso es que el índice Nasdaq Golden Dragon China cayó un 1,38%, y acciones de nuevos vehículos de energía como NIO y XPeng bajaron más de un 4%, lo que indica que los fondos están realizando una asignación más selectiva.
Lo del oro fue aún más exagerado. El contrato principal de oro en Nueva York subió hasta 4.232,5 dólares/onza, un incremento del 0,28% que puede parecer poco, pero dado que ya está en máximos, sigue rompiendo resistencias. Las apuestas del mercado por un recorte de tipos en diciembre se han disparado hasta el 89%, mientras que tanto el índice del dólar como los tipos de interés reales están bajo presión. En este entorno, es difícil que el precio del oro no suba.
El mercado de criptomonedas también se ha beneficiado. La expectativa de recortes de tipos significa una mayor liquidez, lo que es naturalmente positivo para los activos de riesgo. Sin embargo, conviene estar alerta: la experiencia histórica nos dice que cuando las buenas noticias se materializan suele haber una corrección a corto plazo; el famoso “compra con el rumor, vende con la noticia” es especialmente frecuente en el mundo cripto. #美SEC促进加密资产创新监管框架 y $BTC han mostrado una volatilidad notablemente mayor en este periodo, por lo que conviene controlar la exposición al riesgo si se decide entrar en máximos.
Lo que realmente merece atención son los riesgos de fondo. El conocido inversor Louis-Vincent Gave ha advertido recientemente que la línea divisoria entre la Reserva Federal y el Tesoro de EE. UU. se está difuminando, y esta tendencia de “confluencia” podría desencadenar un colapso en el mercado de bonos. En pocas palabras, cuando el banco central empieza a colaborar con la política fiscal, nadie puede predecir las reacciones en cadena que pueden surgir por la pérdida de independencia.
Existe además una cadena lógica más compleja: algunos analistas señalan que el fuerte aumento de precios en activos como el oro está generando de por sí un nuevo efecto de oferta monetaria. Esto podría compensar en parte los efectos negativos de los recortes de tipos e incluso impulsar aún más los activos de riesgo. Suena enrevesado, pero la clave es que el mercado ya no es un simple juego binario de subidas y bajadas de tipos.
La verdadera cita importante llegará la semana que viene con la decisión de la Reserva Federal sobre los tipos de interés. Lo que diga Powell será más relevante que si se recortan los tipos o no en esta ocasión. Sus indicaciones sobre la trayectoria futura de la política monetaria determinarán hasta dónde puede llegar este rally. Ahora que el 89% de las expectativas de recortes ya está descontado en los precios, si finalmente se produce el recorte puede que ya esté “todo el pescado vendido”, y si no hay recorte... mejor no imaginar el escenario.
Cuando el ánimo del mercado está tan alto, es precisamente cuando hay que pensar más en los riesgos. La liquidez abundante es un arma de doble filo: puede elevar el precio de los activos, pero también inflar las burbujas. Sobre todo en un momento clave de giro en la política de los bancos centrales, no hay que fijarse solo en las ganancias latentes, el verdadero peligro está en los riesgos estructurales.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
10 me gusta
Recompensa
10
5
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
RatioHunter
· hace18h
Cuando ya se han descontado todas las noticias positivas, lo que queda son noticias negativas. Este truco se ha visto demasiadas veces en el mundo cripto, hay que mantener la posición.
Ver originalesResponder0
MemeEchoer
· hace18h
¿Comprar en el pico o esperar una corrección? Esa sí que es una gran cuestión.
Ver originalesResponder0
MEVSandwichVictim
· hace18h
Perseguir precios altos siempre te convierte en carne de cañón, mejor espera a la corrección antes de actuar.
Ver originalesResponder0
AirdropChaser
· hace18h
El 89% de las expectativas ya está descontado en el precio, si realmente bajan esta vez, hay que tener cuidado.
Ver originalesResponder0
GweiTooHigh
· hace18h
El 89% de las expectativas de recorte de tipos ya están descontadas en el precio; si realmente se recortan, podría incluso provocar una caída del mercado. Esta es la jugada más astuta.
En cuanto salieron los datos de empleo de diciembre, el mercado se volvió loco al instante. Las débiles cifras de empleo no agrícola encendieron directamente las expectativas de recorte de tipos, y el dinero fluyó hacia todo tipo de activos como si hubiera encontrado una vía de escape: el oro marcó máximos históricos, las bolsas estadounidenses subieron de forma generalizada y el mercado de criptomonedas también se animó.
Veamos qué dicen los números. Los tres principales índices bursátiles estadounidenses cerraron en verde: el Dow Jones subió un 0,86%, el S&P 500 un 0,30% y el Nasdaq un 0,17%. Sin embargo, lo curioso es que el índice Nasdaq Golden Dragon China cayó un 1,38%, y acciones de nuevos vehículos de energía como NIO y XPeng bajaron más de un 4%, lo que indica que los fondos están realizando una asignación más selectiva.
Lo del oro fue aún más exagerado. El contrato principal de oro en Nueva York subió hasta 4.232,5 dólares/onza, un incremento del 0,28% que puede parecer poco, pero dado que ya está en máximos, sigue rompiendo resistencias. Las apuestas del mercado por un recorte de tipos en diciembre se han disparado hasta el 89%, mientras que tanto el índice del dólar como los tipos de interés reales están bajo presión. En este entorno, es difícil que el precio del oro no suba.
El mercado de criptomonedas también se ha beneficiado. La expectativa de recortes de tipos significa una mayor liquidez, lo que es naturalmente positivo para los activos de riesgo. Sin embargo, conviene estar alerta: la experiencia histórica nos dice que cuando las buenas noticias se materializan suele haber una corrección a corto plazo; el famoso “compra con el rumor, vende con la noticia” es especialmente frecuente en el mundo cripto. #美SEC促进加密资产创新监管框架 y $BTC han mostrado una volatilidad notablemente mayor en este periodo, por lo que conviene controlar la exposición al riesgo si se decide entrar en máximos.
Lo que realmente merece atención son los riesgos de fondo. El conocido inversor Louis-Vincent Gave ha advertido recientemente que la línea divisoria entre la Reserva Federal y el Tesoro de EE. UU. se está difuminando, y esta tendencia de “confluencia” podría desencadenar un colapso en el mercado de bonos. En pocas palabras, cuando el banco central empieza a colaborar con la política fiscal, nadie puede predecir las reacciones en cadena que pueden surgir por la pérdida de independencia.
Existe además una cadena lógica más compleja: algunos analistas señalan que el fuerte aumento de precios en activos como el oro está generando de por sí un nuevo efecto de oferta monetaria. Esto podría compensar en parte los efectos negativos de los recortes de tipos e incluso impulsar aún más los activos de riesgo. Suena enrevesado, pero la clave es que el mercado ya no es un simple juego binario de subidas y bajadas de tipos.
La verdadera cita importante llegará la semana que viene con la decisión de la Reserva Federal sobre los tipos de interés. Lo que diga Powell será más relevante que si se recortan los tipos o no en esta ocasión. Sus indicaciones sobre la trayectoria futura de la política monetaria determinarán hasta dónde puede llegar este rally. Ahora que el 89% de las expectativas de recortes ya está descontado en los precios, si finalmente se produce el recorte puede que ya esté “todo el pescado vendido”, y si no hay recorte... mejor no imaginar el escenario.
Cuando el ánimo del mercado está tan alto, es precisamente cuando hay que pensar más en los riesgos. La liquidez abundante es un arma de doble filo: puede elevar el precio de los activos, pero también inflar las burbujas. Sobre todo en un momento clave de giro en la política de los bancos centrales, no hay que fijarse solo en las ganancias latentes, el verdadero peligro está en los riesgos estructurales.