Por muy buenas y atractivas que sean las condiciones externas, si el núcleo es inestable y el carácter no es bueno, tampoco se puede mantener una buena relación. Ser demasiado dominante, egocéntrico, inseguro, tener altibajos emocionales, o aferrarse a pequeñas cosas, todo esto afectará negativamente a tu valor global. La mayor parte de la experiencia de los adultos se dedica al trabajo y al esfuerzo; cuando uno está especialmente cansado, solo quiere estar solo o tranquilo con otra persona, convivir de forma cómoda y sin agotamiento, y comunicarse en la misma frecuencia: esto es muy importante. Cuando uno busca casarse, busca una pareja con la que poder afrontar juntos las dificultades del futuro. Nadie quiere satisfacer las fantasías o sueños de princesa de otra persona; alguien que aún vive en un mundo infantil y es inmaduro no está preparado para casarse, no puede sostener su propio mundo ni gestionar bien la vida familiar. La vida cotidiana es, de por sí, sencilla y sin grandes emociones; si prestas menos atención a los romances idealizados y más a las dificultades de la vida real, no te sentirás tan ansioso.
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Por muy buenas y atractivas que sean las condiciones externas, si el núcleo es inestable y el carácter no es bueno, tampoco se puede mantener una buena relación. Ser demasiado dominante, egocéntrico, inseguro, tener altibajos emocionales, o aferrarse a pequeñas cosas, todo esto afectará negativamente a tu valor global. La mayor parte de la experiencia de los adultos se dedica al trabajo y al esfuerzo; cuando uno está especialmente cansado, solo quiere estar solo o tranquilo con otra persona, convivir de forma cómoda y sin agotamiento, y comunicarse en la misma frecuencia: esto es muy importante. Cuando uno busca casarse, busca una pareja con la que poder afrontar juntos las dificultades del futuro. Nadie quiere satisfacer las fantasías o sueños de princesa de otra persona; alguien que aún vive en un mundo infantil y es inmaduro no está preparado para casarse, no puede sostener su propio mundo ni gestionar bien la vida familiar. La vida cotidiana es, de por sí, sencilla y sin grandes emociones; si prestas menos atención a los romances idealizados y más a las dificultades de la vida real, no te sentirás tan ansioso.