¿Alguna vez te has dado cuenta de que las predicciones del mercado fallan más a menudo de lo que aciertan? Los analistas lanzan dardos, los modelos escupen cifras, pero la realidad se ríe en su cara. Pero aquí está el giro: ciertos activos resistentes a la inflación no necesitan una bola de cristal. Mientras las previsiones tradicionales tropiezan en la niebla económica, estas inversiones se basan en fundamentos que atraviesan todo el ruido. Piensa en activos escasos con coberturas integradas frente a la devaluación de la moneda. Cuando las monedas fiduciarias pierden poder adquisitivo, los activos duros históricamente mantienen su valor. ¿Está tu cartera preparada para lo que los economistas no pueden predecir? Algunas oportunidades no esperan al consenso.