¿Has notado que últimamente en el círculo todo gira en torno a intercambios, contratos y nuevas monedas?

Pero las personas que realmente están haciendo grandes cosas en silencio, ni siquiera tocan estos temas. Ellos no emiten ni especulan con monedas, sino que tienen el control del discurso sobre las finanzas del futuro—ellos están manejando las stablecoins.

Muchos ven las stablecoins como una herramienta temporal para hacer trading, pero están equivocados. Su verdadera identidad es la moneda de liquidación en la cadena, equivalente al dólar en el mundo digital.

Su valor de mercado actual ronda los 250 mil millones de dólares, parece no mucho. Pero mira el volumen de transacciones en la cadena para 2024—5.7 billones. Esto no es para especular, sino que realmente está en circulación, en liquidación y en uso.

Puedes entenderlo así: los intercambios son las tiendas, las stablecoins son las mercancías. Solo tener una tienda sin productos reconocidos no permite hacer negocios.

Antes, los reguladores no entendían esto y nadie se atrevía a tocarlo. Pero desde el año pasado, la situación ha cambiado por completo. La ley GENIUS en EE. UU., la Ley de Stablecoins en Hong Kong, y la normativa MiCA de la UE, todos están integrándolas en el ejército regular. Las stablecoins están pasando de ser una herramienta de nicho a convertirse en la infraestructura básica para pagos y liquidaciones de activos a nivel global.

Al escuchar "10 billones de dólares", algunos piensan que es una exageración. Pero la lógica es bastante sólida:

Los pagos transfronterizos son ahora lentos y caros, pero con stablecoins se pueden hacer en minutos, con tarifas casi insignificantes. Solo con obtener una parte, ya es suficiente para sostener un volumen de fondos de billones. Además, la tokenización de activos reales (RWA) en la cadena necesita unidades de liquidación, y las stablecoins son la opción más natural; en mercados emergentes, que carecen de moneda fuerte, las stablecoins también se convierten en una herramienta de protección contra riesgos.

Esto no es solo una herramienta para especular con monedas, sino una evolución en la infraestructura financiera.