Lo que viene: Ajustes de la Seguridad Social para 2026
El programa de Seguridad Social enfrenta varias modificaciones que entrarán en 2026, aunque no todas afectarán directamente a los beneficiarios actuales. El límite del impuesto FICA aumentará a $184,500 desde el nivel de 2025 de $176,100. Este ajuste es importante principalmente para los trabajadores de mayores ingresos que aún contribuyen al sistema.
Además, en 2026 se activarán deducciones fiscales mejoradas para las personas mayores de 65 años, lo que podría reducir las obligaciones fiscales federales sobre las prestaciones de Seguridad Social. La Administración de la Seguridad Social proyecta que casi el 90% de los beneficiarios podrían eliminar los impuestos federales sobre sus beneficios, aunque el Centro de Políticas Fiscales sugiere que la mayoría experimentará una reducción en los impuestos en lugar de su eliminación. Esta disposición expira en 2028.
Los beneficiarios que reclamen prestaciones de jubilación antes de alcanzar la edad de jubilación completa pero continúen trabajando se beneficiarán de límites de ingresos aumentados. El umbral sube a $24,480 en 2026 (desde $23,400 en 2025). Aquellos que alcanzan la edad de jubilación completa en ese año ven que su límite aumenta a $65,160, frente a $62,160 en 2025.
La COLA del 2.8%: protección insuficiente contra el aumento de costos
Entre todos los cambios en la Seguridad Social programados para 2026, el ajuste por costo de vida del 2.8% presenta la carga más significativa para los jubilados, especialmente cuando se analiza en comparación con el crecimiento real de los gastos. Aunque los aumentos de la COLA proporcionan ingresos mensuales adicionales, Shannon Benton de The Senior Citizens League advierte que este ajuste “lastimará a los mayores” porque no alcanza a cubrir la escalada real de los costos.
Las tasas de inflación actuales ya superan el aumento del 2.8% en beneficios que llegará el próximo año. Más críticamente, la prima estándar de la Parte B de Medicare aumenta un 9.7% en 2026—un gasto único que consumirá una parte sustancial del incremento promedio de beneficios antes de que los jubilados aborden otros costos.
La brecha del CPI-W: por qué los cálculos de la COLA no aciertan
La COLA de la Seguridad Social se basa en el Índice de Precios al Consumo para Trabajadores Urbanos y Empleados Administrativos (CPI-W) para calcular los ajustes anuales. Esta metodología tiene una debilidad fundamental: refleja de manera insuficiente los gastos que enfrentan realmente los mayores. El índice subestima los costos de atención médica, que representan una de las categorías presupuestarias más grandes para este grupo demográfico.
Esta limitación estructural significa que los jubilados experimentan aumentos de costos en áreas críticas—especialmente atención médica—que superan la fórmula de la COLA. El aumento del 9.7% en la prima de Medicare demuestra claramente esta brecha, ya que este gasto único anula gran parte del beneficio esperado del cambio en la Seguridad Social.
Estrategias para reducir la brecha de ingresos
Los jubilados que enfrentan un cambio insuficiente en la Seguridad Social pueden seguir varias estrategias. Primero, realizar una revisión exhaustiva de gastos para identificar oportunidades de reducción, aunque muchos beneficiarios ya han minimizado considerablemente los gastos discrecionales.
En segundo lugar, explorar otras fuentes de ingresos que no sean la Seguridad Social. Conversar con asesores financieros sobre aumentos en los retiros de IRAs o planes 401(k) puede proporcionar flujo de efectivo adicional. Algunos jubilados encuentran empleo a tiempo parcial adecuado que ofrece tanto ingresos como participación.
En tercer lugar—y de aplicación universal—priorizar el mantenimiento de la salud. El ejercicio regular, una alimentación nutritiva, la adherencia constante a la medicación y los chequeos médicos preventivos reducen los gastos futuros en atención sanitaria. Dado que los costos médicos representan con frecuencia la categoría de gasto más grande para los jubilados, el bienestar proactivo disminuye directamente la carga creada por los ajustes insuficientes en la Seguridad Social.
Planificar estratégicamente en torno a estas modificaciones de la Seguridad Social de 2026 puede ayudar a los jubilados a navegar lo que promete ser un período de transición desafiante.
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Cambio en la Seguridad Social de 2026 que apretará a los jubilados: La realidad de la actualización del costo de vida
Lo que viene: Ajustes de la Seguridad Social para 2026
El programa de Seguridad Social enfrenta varias modificaciones que entrarán en 2026, aunque no todas afectarán directamente a los beneficiarios actuales. El límite del impuesto FICA aumentará a $184,500 desde el nivel de 2025 de $176,100. Este ajuste es importante principalmente para los trabajadores de mayores ingresos que aún contribuyen al sistema.
Además, en 2026 se activarán deducciones fiscales mejoradas para las personas mayores de 65 años, lo que podría reducir las obligaciones fiscales federales sobre las prestaciones de Seguridad Social. La Administración de la Seguridad Social proyecta que casi el 90% de los beneficiarios podrían eliminar los impuestos federales sobre sus beneficios, aunque el Centro de Políticas Fiscales sugiere que la mayoría experimentará una reducción en los impuestos en lugar de su eliminación. Esta disposición expira en 2028.
Los beneficiarios que reclamen prestaciones de jubilación antes de alcanzar la edad de jubilación completa pero continúen trabajando se beneficiarán de límites de ingresos aumentados. El umbral sube a $24,480 en 2026 (desde $23,400 en 2025). Aquellos que alcanzan la edad de jubilación completa en ese año ven que su límite aumenta a $65,160, frente a $62,160 en 2025.
La COLA del 2.8%: protección insuficiente contra el aumento de costos
Entre todos los cambios en la Seguridad Social programados para 2026, el ajuste por costo de vida del 2.8% presenta la carga más significativa para los jubilados, especialmente cuando se analiza en comparación con el crecimiento real de los gastos. Aunque los aumentos de la COLA proporcionan ingresos mensuales adicionales, Shannon Benton de The Senior Citizens League advierte que este ajuste “lastimará a los mayores” porque no alcanza a cubrir la escalada real de los costos.
Las tasas de inflación actuales ya superan el aumento del 2.8% en beneficios que llegará el próximo año. Más críticamente, la prima estándar de la Parte B de Medicare aumenta un 9.7% en 2026—un gasto único que consumirá una parte sustancial del incremento promedio de beneficios antes de que los jubilados aborden otros costos.
La brecha del CPI-W: por qué los cálculos de la COLA no aciertan
La COLA de la Seguridad Social se basa en el Índice de Precios al Consumo para Trabajadores Urbanos y Empleados Administrativos (CPI-W) para calcular los ajustes anuales. Esta metodología tiene una debilidad fundamental: refleja de manera insuficiente los gastos que enfrentan realmente los mayores. El índice subestima los costos de atención médica, que representan una de las categorías presupuestarias más grandes para este grupo demográfico.
Esta limitación estructural significa que los jubilados experimentan aumentos de costos en áreas críticas—especialmente atención médica—que superan la fórmula de la COLA. El aumento del 9.7% en la prima de Medicare demuestra claramente esta brecha, ya que este gasto único anula gran parte del beneficio esperado del cambio en la Seguridad Social.
Estrategias para reducir la brecha de ingresos
Los jubilados que enfrentan un cambio insuficiente en la Seguridad Social pueden seguir varias estrategias. Primero, realizar una revisión exhaustiva de gastos para identificar oportunidades de reducción, aunque muchos beneficiarios ya han minimizado considerablemente los gastos discrecionales.
En segundo lugar, explorar otras fuentes de ingresos que no sean la Seguridad Social. Conversar con asesores financieros sobre aumentos en los retiros de IRAs o planes 401(k) puede proporcionar flujo de efectivo adicional. Algunos jubilados encuentran empleo a tiempo parcial adecuado que ofrece tanto ingresos como participación.
En tercer lugar—y de aplicación universal—priorizar el mantenimiento de la salud. El ejercicio regular, una alimentación nutritiva, la adherencia constante a la medicación y los chequeos médicos preventivos reducen los gastos futuros en atención sanitaria. Dado que los costos médicos representan con frecuencia la categoría de gasto más grande para los jubilados, el bienestar proactivo disminuye directamente la carga creada por los ajustes insuficientes en la Seguridad Social.
Planificar estratégicamente en torno a estas modificaciones de la Seguridad Social de 2026 puede ayudar a los jubilados a navegar lo que promete ser un período de transición desafiante.