En el mundo de las criptomonedas siempre hay una pregunta clásica: ¿debería uno mantener una posición a largo plazo o hacer operaciones frecuentes de swing?

Las personas que optan por mantener una posición a largo plazo suelen tener proyectos en los que creen durante años o incluso más de una década, sin dejarse llevar por las fluctuaciones a corto plazo. La ventaja de esto es clara: se puede disfrutar plenamente del crecimiento exponencial, las comisiones de trading son casi nulas, y se puede participar incluso con un trabajo ocupado. La desventaja también duele: el capital está invertido a largo plazo, en la cuenta parece estable pero el crecimiento es lento, y el proceso de esperar los beneficios puede generar ansiedad.

El trading a corto plazo es un mundo completamente diferente. Comprar y vender con frecuencia, aprovechando las fluctuaciones de precios para comprar en mínimos y vender en máximos. Si la predicción es correcta, las ganancias pueden explotar en días o incluso horas. La rotación de fondos es eficiente, pero el costo también es alto: cada operación requiere pagar comisiones, lo que desgasta mucho; sin mencionar el tiempo y la presión psicológica para vigilar el mercado. Lo más peligroso es que el riesgo es muy alto: un error de juicio puede hacer que la mentalidad se desplome fácilmente.

En resumen, mantener a largo plazo es una estrategia estable para aprovechar el interés compuesto, mientras que el trading a corto plazo es una apuesta que estimula la mentalidad. Lo que conviene depende de tu propia tolerancia al riesgo.