Las stablecoins están cambiando silenciosamente el panorama de los pagos en el turismo. Trip.com lanzó recientemente una función interesante: reservar hoteles y comprar billetes de avión directamente con USDT y USDC, todo en solo 10 minutos, y ahorrando un 18% en comisiones. Esto suena a una prueba de concepto, pero refleja un problema real: ¿qué tan ineficientes son los pagos transfronterizos?
Los procesos tradicionales de pagos internacionales son complicados, costosos y con largos tiempos de procesamiento, problemas que han afectado a la industria del turismo durante años. La aparición de las stablecoins ofrece otra vía: despliegue en múltiples cadenas (soportando Ethereum, TRON y otras blockchains públicas), integración con pagos de terceros (Trip.com colabora con la entidad con licencia Triple-A en Singapur), e incluso los usuarios de GrabPay pueden recargar directamente con activos criptográficos. Los tres factores que realmente preocupan a los usuarios—velocidad (liquidación en tiempo real), costo (reducción significativa de las comisiones) y privacidad (sin necesidad de enviar información completa de identidad)—se han mejorado en este sistema.
Cabe destacar que Ctrip no actúa de forma aislada. PayPal está desarrollando su emisión de stablecoins, Ant Group impulsa una stablecoin en dólares de Hong Kong, y gigantes manufactureros como BYD y Toyota también participan. Incluso los distribuidores comerciales en Bolivia ya comienzan a liquidar en USDT. Esto indica que las stablecoins han evolucionado de ser un "experimento de nicho" a formar parte de la infraestructura de pagos global.
Pero también existen problemas. Las tarifas en la cadena pueden variar considerablemente (diferencias de hasta 2 veces entre diferentes wallets y blockchains), el riesgo de cumplimiento sigue siendo alto (por ejemplo, la compra de billetes de avión aún requiere presentar pasaporte), y la "ambición" de las grandes plataformas también merece atención—muchas instituciones quieren ser emisoras de stablecoins, no solo usuarias.
¿Hacia dónde irá esta prueba de Trip.com? ¿Será un verdadero punto de inflexión en el ecosistema de pagos turísticos, o solo un destello efímero bajo riesgos regulatorios? La clave está en cómo se perfeccionará gradualmente el marco regulatorio de las stablecoins y si la experiencia del usuario podrá seguir mejorando.
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StillBuyingTheDip
· hace7h
Ahorra un 18% en comisiones, pero cuando la tarifa de gas en la cadena fluctúa, se va todo. ¿Cómo se calcula esta cuenta?
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HappyMinerUncle
· hace7h
Ahorrar el 18% en tarifas de comisión, realmente es tentador, pero ¿quién asumirá la culpa por la volatilidad tan grande en las tarifas en la cadena?
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SigmaValidator
· hace7h
Ahorrar el 18% en tarifas realmente es genial, pero la volatilidad de las tarifas en la cadena es un verdadero problema... A veces lo que ahorras ni siquiera es suficiente para pagar el gas.
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FrontRunFighter
· hace7h
Espera, ¿siguen pidiendo toda la información del pasaporte? Eso arruina toda la propuesta de privacidad, jaja.
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LightningAllInHero
· hace7h
Ahorrar el 18% en tarifas es realmente tentador, pero la volatilidad en las tarifas de gas en la cadena es tan grande, hay que ver qué cadena se usa.
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SeasonedInvestor
· hace7h
Ahorrar el 18% en comisiones, pero las fluctuaciones en las tarifas de gas en la cadena te dan en la cara, así es la verdadera imagen de web3 jaja
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ChainDoctor
· hace7h
Ahorras un 18% en comisiones, pero si eliges la cartera equivocada, casi tienes que volver a pagar, qué risa
Las stablecoins están cambiando silenciosamente el panorama de los pagos en el turismo. Trip.com lanzó recientemente una función interesante: reservar hoteles y comprar billetes de avión directamente con USDT y USDC, todo en solo 10 minutos, y ahorrando un 18% en comisiones. Esto suena a una prueba de concepto, pero refleja un problema real: ¿qué tan ineficientes son los pagos transfronterizos?
Los procesos tradicionales de pagos internacionales son complicados, costosos y con largos tiempos de procesamiento, problemas que han afectado a la industria del turismo durante años. La aparición de las stablecoins ofrece otra vía: despliegue en múltiples cadenas (soportando Ethereum, TRON y otras blockchains públicas), integración con pagos de terceros (Trip.com colabora con la entidad con licencia Triple-A en Singapur), e incluso los usuarios de GrabPay pueden recargar directamente con activos criptográficos. Los tres factores que realmente preocupan a los usuarios—velocidad (liquidación en tiempo real), costo (reducción significativa de las comisiones) y privacidad (sin necesidad de enviar información completa de identidad)—se han mejorado en este sistema.
Cabe destacar que Ctrip no actúa de forma aislada. PayPal está desarrollando su emisión de stablecoins, Ant Group impulsa una stablecoin en dólares de Hong Kong, y gigantes manufactureros como BYD y Toyota también participan. Incluso los distribuidores comerciales en Bolivia ya comienzan a liquidar en USDT. Esto indica que las stablecoins han evolucionado de ser un "experimento de nicho" a formar parte de la infraestructura de pagos global.
Pero también existen problemas. Las tarifas en la cadena pueden variar considerablemente (diferencias de hasta 2 veces entre diferentes wallets y blockchains), el riesgo de cumplimiento sigue siendo alto (por ejemplo, la compra de billetes de avión aún requiere presentar pasaporte), y la "ambición" de las grandes plataformas también merece atención—muchas instituciones quieren ser emisoras de stablecoins, no solo usuarias.
¿Hacia dónde irá esta prueba de Trip.com? ¿Será un verdadero punto de inflexión en el ecosistema de pagos turísticos, o solo un destello efímero bajo riesgos regulatorios? La clave está en cómo se perfeccionará gradualmente el marco regulatorio de las stablecoins y si la experiencia del usuario podrá seguir mejorando.