Probablemente hayas oído esta historia: la moneda meme que una vez fue objeto de burla en toda la red, ahora va a la luna con SpaceX. El proyecto DOGE-1 ya ha obtenido las permisos correspondientes en Estados Unidos y está programado para su lanzamiento en diciembre de 2025. Desde un aumento del 30% provocado por un tuit en su momento, hasta convertirse en la primera misión espacial que acepta pagos en criptomonedas, Dogecoin realmente está dejando atrás la etiqueta de "aire".

Pero la realidad no es tan simple. El entorno regulatorio global está cambiando rápidamente: el Banco Central de Lituania anunció que las actividades de criptomonedas sin licencia son ilegales, y el Banco de Japón ajustó repentinamente décadas de política de relajación. La liquidez está siendo reevaluada, y las plataformas de intercambio de menor escala están siendo eliminadas. En un momento en que los costos regulatorios se disparan y el flujo de fondos gratuitos disminuye, el evento de la llegada a la luna de Dogecoin se convierte en una comparación interesante: en medio de la incertidumbre de los mercados financieros, se vislumbra una cierta certeza en la aplicación práctica.

Desde el punto de vista técnico, también es interesante. El precio ha estado probando repetidamente el soporte en la zona de $0.12 a $0.13, el MACD muestra una señal de divergencia en el fondo, y el volumen de negociación en los últimos 30 días ha aumentado más del 45%. Si logra superar la resistencia clave en $0.138, la posibilidad de un cambio de tendencia no es pequeña.

¿Dogecoin está realmente cambiando las reglas del juego con esta ola, que pasa de ser una simple especulación a tener respaldo en eventos reales? ¿O solo es una historia bonita? ¿Qué opinan ustedes?