LUNC este veterano del mundo cripto, que cada cierto tiempo vuelve a saltar a la palestra. Como producto residual del colapso del ecosistema Terra, aunque ya no goza de la misma popularidad, siempre logra captar la atención de los especuladores en momentos de calma del mercado.

Hablando de los orígenes de LUNC, hay que remontarse a la crisis de desvinculación de UST. Luna Classic (LUNC) era originalmente el token principal en la cadena Terra, pero tras el colapso del mecanismo de stablecoin UST, todo el ecosistema se desmoronó y surgió una cadena antigua. La realidad actual es que: la oferta circulante de LUNC alcanza los 5.49 billones de tokens, y su precio ha estado oscilando durante mucho tiempo entre 0.00003 y 0.00006 dólares.

¿Qué significa este número? Con un simple cálculo, se puede entender. Para que LUNC alcance 1 dólar, su capitalización de mercado tendría que llegar a 5.49 billones de dólares. Esto no es solo un número astronómico, sino que representa la mitad del valor total del oro mundial, y más de cinco veces la capitalización de Bitcoin. Desde un punto de vista probabilístico, esto es prácticamente una quimera.

Por supuesto, la comunidad de LUNC también ha sido consciente del problema, y ha puesto sus esperanzas en el mecanismo de quema mediante impuestos en las transacciones. La idea es clara: reducir la oferta en circulación para revalorizar el token. Los datos también muestran cierta sinceridad: la comunidad ya ha quemado en total 1.05 billones de tokens, lo que representa una proporción significativa del suministro total.

Pero la realidad suele ser más dura que la teoría. Incluso quemando tantos tokens, el precio de LUNC solo ha subido un 3.8% en un año completo. Frente a una oferta de 5 billones, la cantidad quemada anualmente es insignificante en comparación. Imagina que para que el objetivo de 1 dólar se cumpla, la oferta tendría que reducirse en un 99.999%. Este número ya no es solo una cuestión de dificultad, sino un obstáculo matemático fundamental.