Anoche llegó una ola de ventas en los mercados externos, culpando directamente a los mercados asiáticos de hoy. Los tres principales índices de EE. UU. cayeron en conjunto —el Dow Jones bajó un 0.51%, el Nasdaq un 0.5%, y el S&P 500 un 0.35%. Aunque parecen caídas leves, lo que realmente fue absurdo fue lo ocurrido con los metales preciosos. La plata spot subió un 6% en medio de la día, pero fue brutalmente golpeada y cayó un 10%, con una oscilación diaria superior al 15%; el oro cayó casi un 5%, y el platino y el paladio aún peor, con caídas superiores al 14%. Esta caída no fue una corrección natural, sino que la CME (Chicago Mercantile Exchange) de repente aumentó los márgenes, forzando a los especuladores con apalancamiento completo a salir del mercado. Ya había advertencias de que los metales preciosos estaban subiendo demasiado rápido y que la falta de liquidez podía provocar un colapso en cualquier momento, y esta vez se ha cumplido.

Por otro lado, el petróleo todavía se comporta relativamente bien, con un aumento del WTI del 1.92%, lo que podría dar algo de soporte al sector energético hoy. Pero, siendo honestos, un solo aumento en el petróleo no puede sostener todo el mercado. Las acciones chinas en EE. UU. tampoco están pasando por buen momento: el índice de acciones chinas cayó un 0.67%, Alibaba y Xpeng cayeron más del 2%, lo que indica que la inversión extranjera todavía mantiene una actitud algo cautelosa hacia nosotros.

Mirando ahora el mercado A-share. El índice de Shanghai subió nueve días consecutivos, y solo con ver esa cifra ya parece impresionante, pero detrás hay muchas trampas. Las acciones de peso en la economía como finanzas y bienes raíces están intentando impulsar el índice, pero los minoristas ya están usando sus pies para votar — las acciones han tenido correcciones masivas en los últimos dos días, con un efecto de pérdida de dinero muy fuerte, especialmente en el mercado de Shenzhen, donde la caída fue más violenta. En resumen: el índice parece subir, pero cada vez hay menos personas dispuestas a comprar a toda costa. El volumen de operaciones tampoco muestra signos de locura, el sentimiento general todavía se mantiene estable, pero ya empieza a parecer algo falso.

Este es el problema: después de nueve días consecutivos de subida, la presión para una corrección técnica en el mercado es enorme. Los grandes fondos ya están jugando a "alternar entre altas y bajas", vendiendo las acciones que subieron demasiado rápido y comprando en las zonas bajas. El contrato de futuros FTSE A50 cayó un 0.21% anoche, y este detalle muestra que la inversión extranjera no tiene muchas expectativas optimistas para la apertura de hoy en el mercado A-share.

¿Y qué pasará hoy? Probablemente abrirá a la baja. La caída rápida de los metales preciosos impactará directamente en las acciones relacionadas con oro y plata en el mercado A-share, que serán las más afectadas hoy. Aunque la caída del oro no sea la mayor —el 5% de caída puede hacer que las acciones relacionadas con oro bajen hasta el límite—, las acciones energéticas, apoyadas por el aumento del petróleo, podrían tener algo de protección, pero no podrán sostener todo el mercado.

Probablemente, en la apertura, el mercado se mueva en rango y con tendencia a la baja. Después de nueve días consecutivos de subida, el mercado necesita una corrección técnica para digerir las ganancias, especialmente con un volumen de operaciones moderado. Es posible que repita el patrón de los últimos días: el índice caiga ligeramente, y las acciones individuales también ajusten. Pero aquí hay un punto clave: el riesgo en realidad es parcial. Las acciones de temas que ya subieron mucho, las tecnológicas en niveles altos y las acciones de recursos sobrevaloradas, serán las que más caigan. En cambio, las acciones blue-chip que han estado en niveles bajos —infraestructura, farmacéuticas, consumo y otros sectores defensivos— tendrán una mejor capacidad de resistir.

Lo más importante es el volumen de operaciones. Si en la mañana no hay un aumento en el volumen, la caída será limitada. En ese momento, hay que observar de cerca la "alternancia entre altas y bajas" de los grandes fondos — si sectores como energía y farmacéuticas en niveles bajos muestran movimientos activos de repente, eso indica que el mercado ya está cambiando a modo defensivo, y eso en realidad es una señal.

Resumen: no persigas las subidas ni vendas en pánico en este momento. Aunque los mercados externos dan razones para que el mercado A-share caiga, el ánimo en nuestro mercado todavía está estable, y no hemos llegado a un nivel de riesgo sistémico. Se espera que durante todo el día el mercado oscile y cierre en negativo, y el índice de Shanghai podría probar el soporte del inicio de la racha de nueve días. En cuanto a la estrategia, solo hay una palabra: paciencia. Aprende a hacer "alternancia entre altas y bajas", no te dejes engañar por los movimientos en rojo y verde del índice, porque las acciones ya han ajustado antes que el índice.

Lo que más tememos en las inversiones es que las decisiones sean condicionadas por las fluctuaciones a corto plazo. La caída en los metales preciosos nos da una advertencia: después de una subida rápida, suele venir una caída fuerte, y quienes entraron tarde siempre terminan siendo los que pierden. La misma lógica aplica a las acciones. No persigas las que ya subieron mucho, espera a que aparezcan oportunidades en niveles bajos. Con una estrategia sólida, podrás realmente seguir el ritmo del mercado.