Lo interesante es que, en una reciente conferencia del sector, se han lanzado varias señales. Según informes, los principales fabricantes nacionales de baterías de potencia han anunciado un plan ambicioso: para 2026, la tecnología de baterías de sodio se implementará de manera integral en el intercambio de baterías, vehículos de pasajeros, vehículos comerciales y almacenamiento de energía.

¿Y qué significa esto? En pocas palabras, la velocidad con la que las baterías de sodio-ion pasan del laboratorio al mercado es mucho mayor de lo esperado. Actualmente, las baterías de litio siguen siendo las principales, pero las baterías de sodio, gracias a su ventaja en costos y abundancia de recursos, están ganando lentamente cuota de mercado. Según el plan, en los próximos años podríamos ver una situación de "doble estrella de sodio y litio brillando" —dos rutas tecnológicas desarrollándose en paralelo, cada una dominando diferentes escenarios de aplicación.

Desde el almacenamiento de energía hasta los vehículos comerciales y el desplazamiento diario, las aplicaciones de las baterías de sodio se están expandiendo cada vez más. ¿Qué significa esto para toda la cadena de la industria de energías renovables? Cada uno puede reflexionar sobre ello.