Una de las áreas financieras más conservadoras del mundo, la industria de activos de jubilación en Estados Unidos con 18 mil millones de dólares, ahora también enfrenta un problema: infraestructura obsoleta. La tecnología blockchain, que alguna vez fue considerada una prueba, se ha convertido en un requisito previo para la supervivencia de esta industria.

¿Dónde está el problema? Los datos de investigación muestran que múltiples fuerzas están impulsando la modernización de esta industria. Los nuevos participantes están rompiendo con los esquemas tradicionales, los consumidores exigen cada vez más soluciones personalizadas, y los costos de operación de sistemas descentralizados siguen siendo elevados. Estos desafíos son casi imposibles de resolver con arquitecturas tradicionales, procesos anticuados y mecanismos de incentivos obsoletos.

Lo interesante es que la tecnología distribuida se está viendo como una salida para transformar los activos de datos y la estructura de beneficios. Las plataformas de corretaje y fintech ya no se conforman solo con funciones de trading, sino que comienzan a extenderse a la liquidación, compensación e incluso a toda la cadena de ahorro a largo plazo. Además, los cambios frecuentes de empleo y el trabajo remoto se han convertido en la norma, por lo que depender de un solo empleador para gestionar las cuentas de jubilación ya no funciona.

¿Qué pasaría si trasladamos el sistema actual a la cadena? La billetera digital se convertiría en la herramienta para albergar y controlar activos tokenizados. La infraestructura en la cadena, en cierto sentido, sería el nuevo sistema operativo financiero, haciendo que los activos tokenizados pasen de ser un concepto a un resultado realmente utilizable — y no al revés. En otras palabras, la billetera primero, la tokenización después. Esto no es solo una actualización tecnológica, sino una transformación de paradigma en toda la industria.