Últimamente el mercado está como en una trampa, con movimientos arriba y abajo sin parar. Los alcistas entran y son aplastados, los bajistas llenan sus posiciones y luego son arrastrados, ambos atrapados con fuerza. Alguien me preguntó qué hacer, y la verdad, estar atrapado no es lo peor, lo peligroso es andar haciendo tonterías sin sentido.

Primero, comparto mi experiencia práctica.

**Primero: Mientras el capital no explote, todavía hay posibilidad de revertir la situación**

Ver una posición en pérdida flotante y querer cortar las pérdidas rápidamente es el error más común. A menos que el apalancamiento sea tan alto que esté a punto de hacer estallar la cuenta, no hay razón para apresurarse a vender. La ventaja de un mercado en rango es esa: el viento puede cambiar rápidamente, ayer era un día bajista y hoy puede ser al revés.

Mi método es muy simple: primero, verificar si la pérdida ha afectado el capital principal. Si aún tienes capacidad de soportar, quédate quieto. Cuando Bitcoin cayó por debajo de 100,000 dólares, mucha gente se asustó y vendió en pánico, pero luego volvió a subir, y esas personas fueron las que más perdieron. Lo importante es no poner todo en una sola jugada, siempre es mejor dejar algo de margen.

Recuerda esta frase: la pérdida flotante es solo un número en la pantalla, vender en pánico es la verdadera pérdida de sangre.

**Segundo: El stop-loss es una cuerda de salvación, no un consuelo psicológico**

He visto a muchos traders que dicen que colocan stop-loss, pero en cuanto ven una pequeña pérdida, se olvidan y terminan en liquidación. El stop-loss no es cuestión de técnica, sino de disciplina.

Debe tener un límite claro: por ejemplo, si la pérdida alcanza un 5% del capital, hay que salir. No es rendirse, sino una condición para seguir vivo y poder continuar operando.

Lo crucial es qué hacer después de salir. No se trata de quedarse con el dinero en la mano sin hacer nada, sino de esperar la señal adecuada. Por ejemplo, si Bitcoin cae por debajo de 98,000 dólares, hay que salir sin dudar. Cuando el mercado reduzca volumen o haya señales de rebote, se puede volver a entrar en varias etapas. Así se protege el capital y se puede comprar a precios más bajos.

En un mercado en rango, el stop-loss no es para aceptar la derrota con humildad, sino para ahorrar balas y prepararse para la próxima ola.