Estas dos semanas, los días en el mundo de las criptomonedas no han sido fáciles.

Originalmente teníamos grandes expectativas para 2025, pero a finales de año, la capitalización total del mercado se ha evaporado en más de 1 billón de dólares, prácticamente borrando todas las ganancias del año. El Fear & Greed Index fluctúa alrededor de 30, y en el mercado predomina una atmósfera de miedo intenso, mientras que las expectativas optimistas iniciales, impulsadas por Trump, han sido completamente disipadas por la realidad.

El comportamiento de Bitcoin es el más representativo. En algún momento se acercó a los 90,000 dólares, pero luego cambió de dirección y ahora oscila entre 87,800 y 90,000 dólares, repitiendo ese patrón. Recordando el pico de 126,000 dólares en octubre, ya ha retrocedido casi un 30%. Ethereum, XRP, Solana y otras altcoins principales también han caído, siendo especialmente decepcionante el rendimiento de ETH durante todo el año.

Lo interesante es que, mientras los minoristas venden en pánico, los grandes inversores están en silencio haciendo movimientos estratégicos.

Esos ballenas que poseen entre 1,000 y 10,000 BTC han estado comprando con entusiasmo en el rango de 80,000 a 90,000 dólares. MicroStrategy, como ejemplo claro, compró la semana pasada 1,229 BTC a un precio promedio de 88,568 dólares, y actualmente tiene más de 672,000 BTC en su poder. La capitulación de los minoristas ha brindado a estas instituciones la oportunidad perfecta para acumular.

Las fluctuaciones a corto plazo también han sido influenciadas por factores geopolíticos. La esperanza de paz en el conflicto entre Rusia y Ucrania se ha debilitado en ocasiones, lo que ha provocado que tanto los precios del petróleo como Bitcoin suban. El mercado funciona así, siempre oscilando entre emociones extremas y análisis racional.