Hubo un amigo que experimentó un momento de desesperación cuando su cuenta solo tenía 1200 dólares. Durante ese tiempo, se cuestionaba constantemente, hasta que se dio cuenta de la raíz del problema: ¡el ritmo estaba completamente descontrolado!

Comenzó a hacer cambios. No buscar el punto de inicio del mercado, no aguantar a la fuerza las operaciones con pérdidas, no comprar en la subida. Solo esas tres reglas de oro, junto con un reajuste en su mentalidad.

Dos meses después, la cuenta había crecido de 1200 dólares a 58,000 dólares. Dijo que esa fue la primera vez en este año que vio la curva de fondos estabilizarse y subir, y sus manos temblaban.

Esto no es suerte. Yo y más de 20 amigos revisamos las principales tendencias del mercado de este año. Algunos multiplicaron por 7 su inversión, otros pasaron de 500 dólares a 9000 dólares. Tienen un punto en común: nunca operan en un estado de confusión total. Cuando entran, tienen una lógica clara que los respalda; cuando salen, tienen una base sólida y concreta. Es precisamente esa disciplina la que finalmente decide quién puede durar más.

En el mundo de las criptomonedas, el éxito depende del ritmo. Perder varias fases del ciclo no es tan importante como mantenerse firme en el ritmo correcto. Muchas personas sienten que siempre entran en el momento equivocado, pero quizás lo que necesitan es detenerse, reevaluar su lógica de trading y su mentalidad. La próxima oportunidad de estrategia está frente a ellos, pero solo quienes tengan un ritmo claro podrán llegar lejos.