Bitcoin hace el trabajo para el comercio activo, pero ¿qué pasa si se elimina toda la infraestructura? Algunos argumentan que el oro se convierte en el verdadero ganador. Aquí está el contraargumento: si todo colapsa—redes eléctricas, internet, todo el sistema—¿ese oro que tienes en tu bóveda? Está en caída libre. Hablamos de una destrucción de valor del 95%, quizás más. ¿Por qué? Porque en un escenario de apocalipsis genuino, la utilidad importa. El valor histórico del oro depende de su escasez y de las redes de comercio que desaparecerían de la noche a la mañana. La naturaleza distribuida de Bitcoin, en cambio, no desaparece cuando las luces parpadean. La verdadera discusión no es sobre qué activo sobrevive al apocalipsis, sino si estás construyendo una cartera para eventos Cisne Negro o para ciclos de mercado reales. La mayoría de los inversores nunca enfrentará escenarios de caída total de la red. La mayoría enfrentará volatilidad, inflación y riesgo de moneda. Ahí es donde la conversación BTC vs oro realmente se vuelve interesante.