Una reciente publicación de un informe de investigación (arXiv:2512.20489) ha presentado una solución de cadena de bloques cuántica de alta dimensión basada en tecnología de entrelazamiento temporal. En pocas palabras, esto añade una capa de protección física a la cadena de bloques — incluso si los ordenadores cuánticos a gran escala se vuelven realidad, los activos en la cadena podrán recibir protección a nivel físico. Aunque todavía se necesita tiempo para perfeccionarlo antes de su uso comercial real, este avance resuelve de manera efectiva la amenaza cuántica que ha preocupado durante mucho tiempo al mundo de la criptografía, siendo sin duda una buena noticia para un ecosistema en la cadena valorada en billones de dólares.

Aquí es donde entra Avalanche (AVAX). Esta cadena pública ha sido conocida por su arquitectura de subredes, convirtiéndose en la plataforma preferida para instituciones financieras tradicionales y laboratorios tecnológicos que prueban defensas cuánticas, RWA y otras áreas de vanguardia. AVAX ha mantenido un volumen alto de contratos en posesión, destacando en seguridad y narrativa innovadora. En la lógica actual de asignación de activos que busca una sensación de «futuro» y «seguridad extrema», además de Ethereum, AVAX probablemente sea la opción que mejor representa la dirección del desarrollo de la infraestructura blockchain.