¿Alguna vez has pensado que, en realidad, la marca de esos zapatos que compraste ni siquiera sabe de dónde provienen exactamente las materias primas de los cordones? Esto no es una broma—la cadena de suministro a menudo llega hasta 10 niveles (desde los proveedores de materias primas hasta fabricantes, logísticas y minoristas), y la información se va degradando en cada capa. Incluso grandes marcas como Nike y Adidas enfrentan el mismo problema: datos fragmentados y transparencia prácticamente inexistente.
La Unión Europea ha lanzado recientemente una gran iniciativa. Ahora, todos los productos importados deben contar con un DPP (Pasaporte Digital de Producto), que demuestre mediante datos que sus emisiones de carbono cumplen con los estándares regulatorios. Esto es una pesadilla para las cadenas de suministro tradicionales, pero una oportunidad para la tecnología blockchain.
Un proyecto está trabajando en esto—han construido una "Red de Oráculos de Trazabilidad". ¿Cómo funciona? Desde el lado de las materias primas, leen directamente los sistemas ERP de las fábricas químicas para verificar si usan fibras de poliéster reciclado; en la fabricación, conectan medidores inteligentes para confirmar que la electricidad proviene de energía solar; en logística, calculan con precisión las emisiones de carbono según las distancias reales de transporte. Todos estos fragmentos de datos dispersos se consolidan finalmente en un "mapa de carbono" en la cadena de bloques.
¿Y qué experiencia tiene el consumidor? Después de comprar el producto, simplemente escanea un chip NFC y su teléfono puede consultar todos los datos en la cadena—no solo el marketing de la marca, sino registros reales e inalterables: "La suela de estos zapatos proviene de una fábrica en Vietnam, que ha sido verificada como 100% alimentada con energía verde". Además, puede recibir un NFT de puntos ecológicos.
¿Y cuál es el ciclo comercial más importante? Los productos verificados pueden eximirse de los altos aranceles de carbono de la UE. Esto se traduce directamente en una optimización de costos—el cumplimiento normativo se convierte en una fuente de beneficios. La cadena de suministro pasa de ser una caja negra a ser transparente, no solo satisfaciendo las demandas de los inversores ESG, sino también abriendo nuevas oportunidades de precios para las marcas.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
8 me gusta
Recompensa
8
3
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
OnchainUndercover
· hace8h
Hmm... La exención de aranceles de carbono es realmente el punto para ganar dinero, la NFT de puntos ecológicos parece un poco falsa
Ver originalesResponder0
MagicBean
· hace8h
Entendí esta lógica, pero el problema es quién verifica que los datos de esos sistemas ERP sean verdaderos. La cadena es inmutable en la cadena, pero puede ser manipulada antes de la cadena.
Ver originalesResponder0
PessimisticLayer
· hace8h
¿Una nueva idea para volver a cortar los céspedes? ¿Realmente puede implementarse esta cadena de oráculos de origen?
¿Alguna vez has pensado que, en realidad, la marca de esos zapatos que compraste ni siquiera sabe de dónde provienen exactamente las materias primas de los cordones? Esto no es una broma—la cadena de suministro a menudo llega hasta 10 niveles (desde los proveedores de materias primas hasta fabricantes, logísticas y minoristas), y la información se va degradando en cada capa. Incluso grandes marcas como Nike y Adidas enfrentan el mismo problema: datos fragmentados y transparencia prácticamente inexistente.
La Unión Europea ha lanzado recientemente una gran iniciativa. Ahora, todos los productos importados deben contar con un DPP (Pasaporte Digital de Producto), que demuestre mediante datos que sus emisiones de carbono cumplen con los estándares regulatorios. Esto es una pesadilla para las cadenas de suministro tradicionales, pero una oportunidad para la tecnología blockchain.
Un proyecto está trabajando en esto—han construido una "Red de Oráculos de Trazabilidad". ¿Cómo funciona? Desde el lado de las materias primas, leen directamente los sistemas ERP de las fábricas químicas para verificar si usan fibras de poliéster reciclado; en la fabricación, conectan medidores inteligentes para confirmar que la electricidad proviene de energía solar; en logística, calculan con precisión las emisiones de carbono según las distancias reales de transporte. Todos estos fragmentos de datos dispersos se consolidan finalmente en un "mapa de carbono" en la cadena de bloques.
¿Y qué experiencia tiene el consumidor? Después de comprar el producto, simplemente escanea un chip NFC y su teléfono puede consultar todos los datos en la cadena—no solo el marketing de la marca, sino registros reales e inalterables: "La suela de estos zapatos proviene de una fábrica en Vietnam, que ha sido verificada como 100% alimentada con energía verde". Además, puede recibir un NFT de puntos ecológicos.
¿Y cuál es el ciclo comercial más importante? Los productos verificados pueden eximirse de los altos aranceles de carbono de la UE. Esto se traduce directamente en una optimización de costos—el cumplimiento normativo se convierte en una fuente de beneficios. La cadena de suministro pasa de ser una caja negra a ser transparente, no solo satisfaciendo las demandas de los inversores ESG, sino también abriendo nuevas oportunidades de precios para las marcas.