Anoche volvió a haber una caída, y cuando vi la vela K desplomarse, de repente surgió una pregunta: ¿y si intentamos operar al revés en el futuro? Cada vez que quiero expresar una opinión alcista, en realidad hago cortos; cuando soy pesimista, en cambio aumento la posición. Es fácil decirlo, pero cuando llega el momento de operar en realidad, uno se da cuenta de lo lejos que están la emoción y la racionalidad.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Anoche volvió a haber una caída, y cuando vi la vela K desplomarse, de repente surgió una pregunta: ¿y si intentamos operar al revés en el futuro? Cada vez que quiero expresar una opinión alcista, en realidad hago cortos; cuando soy pesimista, en cambio aumento la posición. Es fácil decirlo, pero cuando llega el momento de operar en realidad, uno se da cuenta de lo lejos que están la emoción y la racionalidad.