En la industria de las criptomonedas, tras 8 años de lucha y esfuerzo, mi cuenta ha pasado de cero a 6 millones. ¿Cuál es el secreto? Para ser honesto, no es talento, sino la experiencia adquirida a base de pérdidas.

Las reglas que el mercado me ha enseñado, y por las que he pagado con dinero en efectivo, son la verdadera base para seguir adelante.

Al principio, era tan ingenuo como todos los inversores minoristas: cada vez que el mercado se movía, me emocionaba y operaba con frecuencia, lo que provocaba que mis ganancias se esfumaran, e incluso terminaba en liquidación. Luego entendí que la clave para ganar dinero en el mundo de las criptomonedas es muy simple: simplificar lo complejo y controlar las emociones con disciplina.

Para elegir las monedas, solo sigo una señal: rechazo las que permanecen en rango durante mucho tiempo, vigilo el MACD mensual y solo entro en posición cuando aparece la señal de cruce dorado; si no hay señal, mantengo la posición en modo espera. La tendencia principal es la verdadera máquina de hacer dinero.

Las entradas y salidas dependen únicamente de las medias móviles. No miro el mercado constantemente, y no hago operaciones a corto plazo. Solo considero aumentar posiciones cuando el precio retrocede a la media de 60 a 70 días y el volumen aumenta; mientras la tendencia siga viva, mantengo firme. Si el precio rompe efectivamente ese soporte, salgo inmediatamente, sin avaricia.

Para tomar ganancias, lo hago en varias etapas: vendo la mitad cuando sube un 30%, y otra parte cuando sube un 50%. Nunca espero vender en el pico máximo; asegurar beneficios de forma estable es la mejor estrategia a largo plazo.

La disciplina más estricta es: si el precio cae por debajo de la media de 70 días, debo salir, sin importar cuánto tiempo haya estado en esa posición. Esta regla me ha salvado en muchas ocasiones.

Cuanto más complejo sea el mercado de criptomonedas, más fácil es que te corten las ganancias. Cuanto más simple sea la regla, más fácil será seguirla. Los que realmente sobreviven en este mercado son aquellos que mantienen la disciplina, saben esperar y tienen la humildad de reconocer sus errores. El mercado nunca recompensa las emociones, pero castiga implacablemente a quienes violan sus propias reglas.