Las noticias sobre adquisiciones de empresas innovadoras en IA por parte de gigantes tecnológicos han ido en aumento recientemente, y esto ha vuelto a avivar el entusiasmo del mercado por las nuevas áreas emergentes. Desde una perspectiva de inversión, actualmente hay tres caminos principales que atraen la atención: IA, Web3 y energías renovables.

Pero estos tres caminos no son accesibles para todos. La cadena de valor de las energías renovables es larga y requiere una gran inversión de capital, por lo que los inversores comunes prácticamente no tienen espacio para participar. En comparación, la IA y Web3 son mucho más abiertas. Aunque el financiamiento de los principales proyectos en el campo de la IA tiene un umbral alto, en las capas de aplicación y de infraestructura surgen constantemente nuevas oportunidades; Web3, por su parte, tiene una característica natural de descentralización, y los participantes tempranos tienen más facilidad para captar beneficios alfa.

Cada vez más fondos de capital riesgo están verificando esta lógica con dinero real. Aquellos fondos que han apostado por las áreas de Web3 y IA en etapas tempranas han obtenido retornos en los últimos dos años que hacen enrojecer los ojos. Esto también demuestra una verdad sencilla: la inversión debe dirigirse a donde hay más oportunidades. Para las personas comunes, Web3 y IA son precisamente esas áreas: con barreras de entrada relativamente bajas, pero con ventanas de oportunidad que pueden cerrarse en un instante.