En los últimos uno o dos años, la integración de la IA con el mercado de criptomonedas ha girado principalmente en torno a un tema: la IA para hacer trading de criptomonedas. Suena muy a Web3, ¿verdad? Pero la realidad le dio una bofetada a todos.

El año pasado hubo una competencia de trading con IA, que prometía dinero en efectivo, con estrategias que se ejecutaban automáticamente y sin intervención humana. ¿Y el resultado? Una sola inversión en el mercado y el plan de trading se desplomó prácticamente. La primera reacción de muchos fue "Oh, quizás el modelo aún no es lo suficientemente inteligente", pero en realidad el problema no estaba allí — ¡el rumbo desde el principio ya estaba equivocado!

En pocas palabras, estos robots de trading, Agentes, o lo que sea que llamen trading autónomo, parecen muy variados en nombre, pero en esencia son iguales: dependen de capturar Alpha a corto plazo, asumiendo que el entorno del mercado es relativamente estable. Cuando enfrentan movimientos extremos o impactos de liquidez, están condenados. En un entorno DeFi, esto no es solo "una falla ocasional", sino que es una caída segura.

El problema real en realidad no es tan complicado. La dificultad del Web3 nunca ha sido "cómo hacer una orden", sino cómo gestionarlo — riesgos entre cadenas, portafolios multiactivos, canales de ingresos dispersos(DeFi, CeDeFi, RWA, exchanges centralizados), estos son los obstáculos insalvables. En lugar de seguir perfeccionando esos robots de trading inteligentes pero frágiles, sería mejor aplicar la IA en la gestión de activos, esa capa que realmente necesita inteligencia.