A finales de 2025, surge un fenómeno interesante: los informes de perspectivas anuales de más de 30 de las principales instituciones financieras globales apuntan todos a la misma conclusión: el mercado de activos criptográficos está experimentando una transformación profunda.
Para decirlo claramente, los días en que 2021 a 2022 dependían del entusiasmo de los minoristas, el apalancamiento extremo en arbitrajes y ganar dinero contando historias, realmente están llegando a su fin. Los inversores institucionales en general apuestan a que 2026 será un punto de inflexión: la estructura regulatoria se consolidará gradualmente, las instituciones usarán activos criptográficos para cubrir riesgos macroeconómicos, y las aplicaciones tecnológicas reales comenzarán a implementarse. Estas tres fuerzas impulsarán al mercado a una nueva etapa. La industria llama a este período la «fase de industrialización».
Pero lo interesante es que, detrás de este consenso, en realidad hay una competencia bastante intensa. ¿La volatilidad de Bitcoin será menor que la de Nvidia? ¿La amenaza de la computación cuántica debe ser enfrentada ya o todavía se puede esperar? ¿Quién será el ganador final en la capa de pagos con IA? En estos temas, las opiniones de las principales instituciones todavía difieren.
Entonces, la pregunta clave es: ¿hacia dónde fluirá el dinero en 2026? ¿Cómo deben posicionarse los inversores comunes en esta transformación?
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PancakeFlippa
· hace8h
¿Etapa de industrialización? Suena como si fuera hora de sacar a todos los apostadores, esta vez realmente en serio
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MergeConflict
· hace8h
¿Etapa de industrialización? Suena como si quisieran eliminar a un grupo de personas. La era de la fiesta de los minoristas realmente ha terminado, sí.
Pero, para ser honestos, las instituciones apuestan por 2026, así que los que tienen dinero seguramente ya están disfrutando de las ganancias, y nosotros, los pequeños inversores, todavía estamos dudando sobre qué comprar.
En cuanto a la computación cuántica, ¿por qué siento que siempre están diciendo que viene el lobo...?
A finales de 2025, surge un fenómeno interesante: los informes de perspectivas anuales de más de 30 de las principales instituciones financieras globales apuntan todos a la misma conclusión: el mercado de activos criptográficos está experimentando una transformación profunda.
Para decirlo claramente, los días en que 2021 a 2022 dependían del entusiasmo de los minoristas, el apalancamiento extremo en arbitrajes y ganar dinero contando historias, realmente están llegando a su fin. Los inversores institucionales en general apuestan a que 2026 será un punto de inflexión: la estructura regulatoria se consolidará gradualmente, las instituciones usarán activos criptográficos para cubrir riesgos macroeconómicos, y las aplicaciones tecnológicas reales comenzarán a implementarse. Estas tres fuerzas impulsarán al mercado a una nueva etapa. La industria llama a este período la «fase de industrialización».
Pero lo interesante es que, detrás de este consenso, en realidad hay una competencia bastante intensa. ¿La volatilidad de Bitcoin será menor que la de Nvidia? ¿La amenaza de la computación cuántica debe ser enfrentada ya o todavía se puede esperar? ¿Quién será el ganador final en la capa de pagos con IA? En estos temas, las opiniones de las principales instituciones todavía difieren.
Entonces, la pregunta clave es: ¿hacia dónde fluirá el dinero en 2026? ¿Cómo deben posicionarse los inversores comunes en esta transformación?