Ya casi llega el fin de año y parece que la mentalidad del mercado también ha cambiado. Durante este tiempo, he notado que el interés por esas monedas de baja liquidez ha disminuido bastante, y ya no hay ese ritmo de perseguir subidas y vender en bajadas. Muchos probablemente han optado por una estrategia conservadora al final del año, reduciendo sus fondos, por un lado para prevenir riesgos y por otro para prepararse ante la incertidumbre durante el período de fin de año. Este cambio de actitud es bastante interesante, pasando de una especulación agresiva a una asignación más cautelosa, lo que en realidad refleja una vuelta a la racionalidad por parte de los participantes del mercado.