Los desarrolladores frontend no deberían estar atrapados luchando con la complejidad del backend; eso mata la productividad y desperdicia talento valioso.

¿El verdadero problema? Los desarrolladores dedican más tiempo a luchar con las capas de integración que a construir realmente. ¿Y si pudieras lanzar interfaces sin tocar nunca las APIs del backend?

Ese es el objetivo de los componentes de UI independientes y totalmente personalizables. Los equipos frontend tienen control total sobre la pila. Construye páginas, crea interacciones, despliega rápidamente. Sin dependencias, sin cuellos de botella, pura libertad para crear.

Cuando tus herramientas no se interponen, es cuando sucede la magia.