Muchos todavía venden la idea de "descentralización", pero al observar las acciones reales del mercado queda claro que esa narrativa ya está pasada de moda.

¿Cuál es el fenómeno más interesante en este ciclo? Cuando las grandes instituciones y el capital mainstream entran en masa, los proyectos que apuestan todo a la descentralización, en lugar de beneficiarse, muestran un rendimiento moderado. Los resultados de la votación con dinero real están claros: lo que realmente preocupa a los inversores no es cuánto descentralizada está la cadena, sino tres cuestiones concretas: ¿la velocidad de transacción es suficiente?, ¿el capital detrás es sólido?, ¿puede ofrecer una verdadera garantía de crédito?

Proyectos como ADA son la mejor lección. Aquellos que invierten muchos recursos en la idea de la descentralización, a menudo terminan siendo personajes olvidados en el mercado. La realidad es dura: el mercado siempre elige las opciones que pueden resolver problemas prácticos, contar con respaldo institucional y tener suficiente liquidez.