En el mundo de las criptomonedas, después de un tiempo, notarás un fenómeno: las personas que están ansiosas por hacerse ricas suelen ser las primeras en salir.
Sus historias son casi siempre iguales: entran con la ilusión de duplicar, de un aumento explosivo, de hacerse ricos de la noche a la mañana. Creen que el mercado no se mueve lo suficientemente rápido, que las ganancias no son lo suficientemente grandes, que la emoción no es lo bastante intensa. Por eso, aumentan su posición, incrementan la frecuencia de sus operaciones, y al final, sus cuentas terminan como un cubo con agujeros, operando cada vez más y perdiendo más.
Ganan un poco y aumentan la apuesta, ante una caída mantienen la posición, y si pierden, siguen añadiendo más. El final suele ser el mismo: una mañana abren la app y solo queda un número frío en el saldo. No es que no se esfuerzen, sino que son demasiado codiciosos y ansiosos. Quieren recuperar las pérdidas rápidamente, quieren demostrar que su decisión fue correcta, y terminan jugando una guerra de desgaste con el mercado.
En cambio, aquellos que parecen no ganar mucho, tienen una lógica completamente diferente. Cada operación deja suficiente margen de seguridad, no operan si no hay oportunidad clara, y no hacen operaciones impulsivas. No persiguen las tendencias más locas, sino que solo se concentran en la parte que realmente entienden.
Lo fundamental es: no enfrentarse al mercado, y mucho menos luchar contra tus propias emociones.
Con el tiempo, la diferencia se hace evidente. La cuenta del primero es como una montaña rusa, que finalmente llega a cero; la del segundo, aunque más suave, siempre va hacia arriba. No es cuestión de suerte, sino de filosofía de trading.
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PaperHandsCriminal
· hace12h
¡Vaya, eso es exactamente lo que estoy diciendo! La parte de aumentar las ganancias pequeñas me tocó el corazón directamente.
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GasFeeCrier
· hace12h
¡Tienes toda la razón! Hay demasiadas personas así a mi alrededor. Los que realmente viven mucho tiempo parecen ser los que parecen "no tener prisa ni ansiedad", en cambio, los que gritan todos los días que van a multiplicar por 10, en medio año desaparecen sin dejar rastro.
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He visto muchas veces esa mentalidad de buscar ganancias rápidas y fáciles. Al final, siempre termina igual: la mentalidad se colapsa y la cuenta también.
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Por eso ahora prefiero ganar menos y proteger bien el capital. Estar en posición de espera también está bien, así evito hacer cosas sin sentido.
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No pelearse con las propias emociones, eso es realmente genial. Muchas personas fracasan precisamente por eso.
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Parece que no gané mucho, pero sigo vivo, y eso ya es ganar. La diferencia con aquellos que sueñan con enriquecerse de la noche a la mañana es enorme.
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Al abrir la app, solo queda un número en el saldo. He visto muchas historias así, y realmente duele.
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La gestión de la posición y la mentalidad, si puedes dominar ambos, lo que quede será solo cuestión de tiempo.
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Por eso ahora me aferro a esas pocas cosas que entiendo, y no toco nada que sea demasiado tentador. Las operaciones agotadoras no valen la pena en absoluto.
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ImpermanentLossFan
· hace12h
La verdad es que esto me tocó. Algunos amigos que conozco, cuando entraron, eran los más agresivos, revisaban el mercado con temblores en las manos todos los días, y en menos de medio año ya habían salido por completo. En cambio, esos colegas que parecen más relajados, aunque sus cuentas crecen lentamente, nunca las han llevado a cero. La diferencia realmente está en la actitud y la disciplina.
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BtcDailyResearcher
· hace12h
Tienes toda la razón, la mayoría de mis amigos que todos los días hablan de apalancamiento ya no están por aquí.
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ser_ngmi
· hace12h
A decir verdad, esos amigos que estaban ansiosos por duplicar sus inversiones, ahora ya no dan señales de vida.
Esta enfermedad de la avaricia realmente no tiene cura; hay que pagar la tuition en el mercado para entenderlo.
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LightningPacketLoss
· hace12h
¡Eso es realmente impresionante! Solo he visto a muchas personas así, soñando con duplicar en un mes, y en tres meses perdiendo todo.
En el mundo de las criptomonedas, después de un tiempo, notarás un fenómeno: las personas que están ansiosas por hacerse ricas suelen ser las primeras en salir.
Sus historias son casi siempre iguales: entran con la ilusión de duplicar, de un aumento explosivo, de hacerse ricos de la noche a la mañana. Creen que el mercado no se mueve lo suficientemente rápido, que las ganancias no son lo suficientemente grandes, que la emoción no es lo bastante intensa. Por eso, aumentan su posición, incrementan la frecuencia de sus operaciones, y al final, sus cuentas terminan como un cubo con agujeros, operando cada vez más y perdiendo más.
Ganan un poco y aumentan la apuesta, ante una caída mantienen la posición, y si pierden, siguen añadiendo más. El final suele ser el mismo: una mañana abren la app y solo queda un número frío en el saldo. No es que no se esfuerzen, sino que son demasiado codiciosos y ansiosos. Quieren recuperar las pérdidas rápidamente, quieren demostrar que su decisión fue correcta, y terminan jugando una guerra de desgaste con el mercado.
En cambio, aquellos que parecen no ganar mucho, tienen una lógica completamente diferente. Cada operación deja suficiente margen de seguridad, no operan si no hay oportunidad clara, y no hacen operaciones impulsivas. No persiguen las tendencias más locas, sino que solo se concentran en la parte que realmente entienden.
Lo fundamental es: no enfrentarse al mercado, y mucho menos luchar contra tus propias emociones.
Con el tiempo, la diferencia se hace evidente. La cuenta del primero es como una montaña rusa, que finalmente llega a cero; la del segundo, aunque más suave, siempre va hacia arriba. No es cuestión de suerte, sino de filosofía de trading.