A medida que los mercados digieren las implicaciones de las decisiones políticas recientes, está ocurriendo algo interesante en varias clases de activos. Los movimientos salvajes que hemos visto en acciones, bonos, forex y criptomonedas comienzan a estabilizarse, y la razón es simple: la familiaridad genera calma.

Cuando los movimientos políticos parecen sorprendentes, los traders entran en pánico y la volatilidad se dispara en todos los ámbitos. Pero una vez que los traders se sienten cómodos con el nuevo marco político, dejan de reaccionar exageradamente. La valoración se vuelve más eficiente y esos movimientos intradía dramáticos se aplanan.

Ahora mismo, esa compresión es exactamente lo que estamos observando. A medida que los inversores entienden el entorno político actual, las tensiones de volatilidad se estrechan. Esto suele crear oportunidades: rangos más ajustados significan niveles de soporte y resistencia más claros, y es cuando los traders técnicos comienzan a asegurar beneficios.

Para los que mantienen posiciones, prepárense para un cambio. La volatilidad más baja suele preceder a rupturas bruscas o consolidaciones prolongadas. La clave es observar dónde se posiciona el dinero inteligente cuando las cosas se tranquilizan.