Hacer trading a corto plazo, en realidad lo más importante no es predecir, sino ser lo suficientemente rápido y decidido.

Mi ritmo se distribuye así: el 70% del tiempo lo dedico a vigilar el mercado, observando cada movimiento, y el 30% restante es el momento real de actuar. Como en la caza, no se dispara en cada momento, sino que se espera a que la volatilidad aumente y la tendencia se muestre claramente para apretar el gatillo.

Las herramientas en realidad son muy sencillas: los gráficos de velas de 1 hora y 4 horas para analizar tendencias a corto plazo, y el volumen de negociación es el mejor verificador de señales — esas subidas sin volumen, en ocho de cada diez ocasiones, son trampas.

Antes de cada operación, siempre escribo en papel tres números: en qué nivel entro, dónde corto pérdidas, y cuánto espero ganar. Sin esa hoja, ni siquiera me atrevo a tocar el teclado.

Me he impuesto una regla de hierro: si en tres segundos el mercado no sigue la rutina, aprieto los dientes y espero hasta el octavo segundo, y si aún no hay señales, salgo inmediatamente. Suena cruel, pero esa es la clave para durar en esto.

Las ganancias a corto plazo son en realidad acumulativas, y el error más mortal es perder una vez y querer recuperarlo de inmediato con una operación de venganza. Ese tipo de finales generalmente hacen que pierdas todo lo que has ganado con tanto esfuerzo. Los traders realmente maduros ya entienden que — la ejecución perfecta siempre vale más que una idea perfecta. Las oportunidades en el mercado están todos los días, pero tu capital solo una vez.