¿Se puede ganar dinero con un capital pequeño? Esta pregunta la he escuchado muchas veces. La verdad, en lugar de preocuparse por cuánto capital tienes, es mejor entender primero tu lógica de supervivencia.

En este mercado he estado más de ocho años, viendo todo tipo de jugadores. Algunos con tres o cinco mil dólares están atentos a las operaciones diarias para hacer trading a corto plazo, pero las comisiones se comen la mitad de sus ganancias; otros creen en "noticias" y apuestan todo a una pequeña criptomoneda, solo para ver cómo sus activos se reducen a la mitad de la noche a la mañana. Entre los que se arruinan, más del 70% son jugadores con capital pequeño — no porque no se esfuerzan, sino porque desde el principio jugaron con las reglas al revés.

Pero he visto excepciones. Un trader empezó con solo 800 dólares y en medio año llegó a 28,000, sin sufrir ninguna liquidación. Su secreto no fue ninguna técnica avanzada, sino seguir estrictamente tres líneas básicas de gestión de fondos.

**¿Cómo distribuir esos 800 dólares?**

Primera parte: 300 dólares — Fondo de operaciones diarias a corto plazo. Solo operaciones con las monedas principales, estableciendo un objetivo de ganancia del 2-4% y cerrando inmediatamente, sin ser avaricioso por la última centava.

Segunda parte: 250 dólares — Fondo de swing trading. Solo operar cuando aparezcan señales claras en el marco diario, y si no hay oportunidad, mantener en posición de espera sin forzar operaciones.

Tercera parte: 250 dólares — Almacenamiento en cold wallet. Este dinero simplemente se ignora, no participa en ninguna operación.

¿Y por qué esta distribución? Porque lo que más temen los capitales pequeños es una gran pérdida que los saque del mercado de una vez. Usando estas tres capas de aislamiento, se asegura que cada segmento tenga margen de error. Incluso si en el trading diario se pierde la mitad de esos 300 dólares, todavía queda el fondo de swing para ajustar la estrategia; incluso si el swing también sufre una "ballena negra", el cold wallet sigue intacto, como un seguro.

No es una técnica sofisticada, sino la gestión de riesgos más simple. Tu objetivo no es enriquecerte de la noche a la mañana, sino sobrevivir lo suficiente para que el interés compuesto funcione lentamente.